INNERE STADT

En el primer día completo en Viena, durante las primeras horas de la mañana, recorrimos una zona bastante básica. Entramos en la zona del antiguo gueto de la ciudad, muy cerca del río Danubio y conocida como «Triángulo de las Bermudas». Aquí está la iglesia más antigua de la ciudad, San Ruperto, y la sinagoga, siempre custodiada por policías. Este lugar está formado por las calles Ruprechtsplatz, Seitenstettengasse y Rabensteig.

Con posterioridad, ya camino del verdadero centro histórico, pasamos por zonas poco destacables dónde únicamente hay que dejar constancia de la calle Schönlaterngasse. Una travesía con casas medievales de color pastel en la calle más tortuosa y romántica de la ciudad, tal como indican los locales.

El centro principal de la ciudad es la plaza Stephansplatz, dominada por la gran catedral con techos policromados con las armas del Imperio austriaco y el monograma de Francisco I. Como cualquier plaza central de un potente país, descubriremos espacios y rincones únicos.

Desde aquí, emerge la arteria principal de la ciudad, Kärntner Strasse. Peatonal, con numerosos comercios, restaurantes y tiendas, disponiendo de estrellas en el suelo con nombres de grandes autores de la música. Algo parecido al paseo de la fama de Hollywood pero en vez de con actores con músicos.

Siguiendo con un itinerario por el centro, más o menos lógico, apreciamos lugares como Neuer Markt, con la iglesia de los Capuchinos y la cripta imperial de Viena. Aquí se conservan 139 cadáveres de la dinastía de los Habsburgo, perfectamente visitable. Todo la plaza queda rematada con la fuente Donnerbrunnen, la más espectacular de Viena.

Cerca está la calle Graben, que indica el nombre de un barrio con cierto lujo y distinción, con tiendas de grandes marcas. En mitad de la calle se levanta la columna de la peste, en referencia a la plaga de esta enfermedad que azotó la ciudad en la antigüedad.

Si queremos tomar un café acompañado de chocolate, pasteles o bizcochos de la famosa confitería Demel, hay que girar hacia la calle Kohlmarkt. Veremos a la cuadrilla de maestros pasteleros trabajando, está ubicada en el número catorce.

Kartner Strasse

LANDSTRASSE

Por la tarde entramos en el metro para ir al distrito número tres, parando en la estación Landstrasse Wien Mitte. El objetivo era alcanzar la calle Kegelgasse, número 36-38, para observar el edificio y la galería del Hundertwasser-haus.

Una casa extravagante, curiosa y diferente. El Sr. Hundertwasser es como el mismo Dalí, que realiza obras llenas de formas, colores y extravagancias. Parece increíble, pero está atracción, es la cuarta más visitada por los viajeros en Viena.

Después de tal incomparable visita, fuimos al parque Stadtpark, bajando en la estación de metro Rochusgasse. Es conocida la artesanía austriaca por la excelente gestión y cuidado de sus jardines, lástima del periodo invernal que no permite disfrutar de ese trabajo. A parte de pasear por el parque, merece la pena conocer y fotografiar la figura dorada de Johann Strauss, seguramente también, la más fotografiada de la capital. Saliendo del metro a mano izquierda, visualizaremos la bonita imagen.

Así que este puede ser un perfecto día por el centro y periferia de Viena. Completo y dinámico. Hay que dejar reflejado también, que la capital de Austria permite conocer la capital de otro país muy próximo y vecino. Eslovaquia y su capital, Bratislava, queda a poco más de una hora en vehículo y merece la pena adentrarse en ese pequeño país por unos instantes.