LIUBLIANA

Para circular por las autopistas de Eslovenia es necesario comprar una especie de pase llamado «viñeta» que se coloca en la luna delantera del vehículo. Hay operarios comprobando en los peajes con unos aparatos extraños este hecho, así que, para evitar una multa innecesaria, mejor comprarla.

La capital de Eslovenia es en términos generales pequeña pero de gran elegancia. Es una ciudad con un imponente castillo elevado con el río Ljubljanica que atraviesa la ciudad creando lugares excepcionales.

Como puntos más importantes, hay que resaltar el triple puente, el mercado central y como no, el puente del dragón, que es el símbolo de Eslovenia. El icono por excelencia.

Las vistas desde el castillo no son las mejores del mundo, en este caso la construcción defensiva es más bonita observarla desde la ciudad, donde destaca con su volumen y majestuosidad.

Seguimos la visita por plazas estupendas para pasear como la municipal, la vieja y la superior. En la plaza municipal está el ayuntamiento y la fuente de los tres ríos de Carniola, que representa a los ríos Sava, Ljubljanica y Krka.

Otra imagen muy bonita de Liubliana es el puente de los Zapateros. La ciudad está llena de vida y energía, además se estaba disputando el europeo de baloncesto y el ambiente era genial. La ciudad de Liubliana invita a sentirla y sentirse cómodo y muy a gusto. Limpia, ordenada y bella. Una gran capital.

LAGO BLED

Al empezar a reunir información sobre Eslovenia, de los primeros lugares por admirar, aparece el lago Bled. Solamente ver una fotografía o imagen y apetece asomarse a descubrirlo. Creo que está en condiciones de ser el lago más bonito que hemos visto y recorrido.

La población es ideal, situada en la Alta Carniola, podemos instalarnos en casas alrededor del lago donde viven los propietarios muy cómodas y tradicionales.

¿Qué ofrece este singular sitio?. De hecho estamos en el único Parque Nacional del país, el Triglav. Rodeado de los alpes Julianos y con un lago de origen glaciar.

El lago se puede recorrer perfectamente andando, son cinco kilómetros de belleza y puntos de baño. Como no podía ser de otra manera, hay un castillo que se puede visitar en coche o a pie por un sendero. Además en el centro del lago, hay una pequeña isla a la que se puede acceder subido en las barcas locales llamadas «pletna».

Aquí es imposible aburrirse, el entorno no lo permite, hay incluso una estación de esquí en la zona del lago Bled. Pasear, ir en bicicleta, bañarse, hacer fotografías, tomarse un helado, tomar algo fresco… Este día es inolvidable y encima con un tiempo de solecito muy rico.

Al día siguiente penetraríamos de pleno en el Parque Nacional. Queda claro mi predilección por Eslovenia.

Zagreb (CRO) -> Liubliana -> 140 km

Liubliana -> Lago Bled -> 56 km