MIKONOS

El hotel estaba a un kilómetro de la playa de Ftelia y a unos quince minutos en coche de Mykonos Town o Chora, la capital y centro neurálgico de la isla. Encontramos una oferta de hotel más alquiler de vehículo muy económica.

Por la tarde y ya atardeciendo fuimos a Mykonos centro turístico, a la zona del puerto y entramado de comercios y callejuelas que sin lugar a dudas es otro de los recuerdos más bonitos del viaje. Que decir también de la zona conocida como “pequeña Venecia” con sus casitas con puertas y ventanales de colores, sus restaurantes y sus molinos. Sería costumbre ya ir todas las tardes a esta parte.

En esta zona y prácticamente en toda la isla el color blanco de las casas resalta entre tonos de azul, rojo y verde de puertas, barandas y escaleras. He leído que los lugareños pintan las fachadas dos veces al año para mantener ese blanco impoluto. Y hemos visto a varias personas pintando las casas mientras viajábamos por toda la isla.

La puesta de sol desde la zona de los molinos no tiene nada que ver como con lo acontecido en las otras islas y deja mucho que desear, y eso que fuimos todos los días a verla y no deslumbraba, era más bien sosa, no resaltaba el sol.

Cenamos en una bonita plaza donde está la iglesia asimétrica Panagia Paraportiani. Es raro comer mal en Grecia y eso que normalmente siempre hay experiencias desagradables en negocios de restauración en todo viaje, pero no ha sido el caso.

Ftelia -> Chora -> 7 km