PARQUE NACIONAL DURMITOR

Muy cerca de la población de pernocta, del campamento base de Zabljak, está el lago Negro o en local conocido como Crno jezero, de origen glacial. Está compuesto de dos lagos, el pequeño y el grande. La montaña predominante es el pico Medjed. Una vez a los pies del lago hay indicaciones para tomar cualquier camino y con diferentes tipos de dificultad y duración.

El vehículo se puede estacionar en una zona habilitada y posteriormente, para llegar al lago, hay que recorrer un pequeño tramo asfaltado caminando por un bonito bosque. En el camino hay mermeladas, miel y frutos del bosque para comprar de muchos lugareños que instalan sus paradas.

El siguiente punto del día era visitar un mirador de vértigo, con una caída de más de 1.100 metros en vertical. Este vibrante punto es conocido como Curevac y está un poco escondido, así que hay que vigilar de no perderse. En el aparcamiento hay un guarda y únicamente hay que enseñarle el ticket del lago Negro y la entrada es gratuita.

En el aparcamiento ya hay una buena panorámica. Ascendiendo el camino estrecho de arena, piedras y raíces, llegaremos a un banco donde sentarse tranquilamente, el precipicio está justo delante, cuidado. El mirador en si, el Curevac, está a veinte minutos caminando en el peñón que hay al final.

Es un paseo muy agradable y con poco desnivel en general, apto para todo el mundo. Allí estaremos prácticamente en soledad dominando el territorio con el cañón del río Tara en la parte inferior. Las fotos no hacen justicia del territorio, pero damos fe que es una visita imperdible plagada de naturaleza. Solamente hay que disfrutar de la montaña y del silencio que existe.

En Montenegro existe la cadena montañosa de los Alpes Dináricos, aquí en el Durmitor, encontramos una gran parte de estas moles de piedra que alcanzan los 2.500 metros de altitud sin dificultad.

En la parte contraria del lago Negro y del mirador Curevac, aparece la carretera de montaña que asciende a tales montañas en una verdadera estampa alpina con lagos, casas diseminadas y picos de gran altura.

Inicialmente llegamos al pico Sedlo, con 2.181 metros de altura, aquí hay como una especie de refugio con un bar para recargar energías. Tomando licor están los guardas forestales vigilando con prismáticos. Siempre hay senderistas y gente realizando actividades de riesgo.

Siguiendo la angosta y estrecha carretera, van apareciendo sucesivamente otros picos y cada vez un territorio más escarpado y sin vegetación. El pico Bobotov Kuk, con 2.523 metros de altura, es el dominador absoluto y visible desde la carretera.

Este camino es el que va dirección de Pluzine, otro enclave importante de montaña y tengo entendido que es una carretera espectacular.

Ya más tarde, con un poco de lluvia, retrocedimos de nuevo hacia Zabljak para comer y descansar un poco antes de afrontar el último punto marcado como rojo en el mapa.

Último destino, el puente Durdevica, una infraestructura por encima del cañón más profundo de Europa, el que forma el río Tara. Esta construcción tuvo relevancia en la Segunda Guerra Mundial, fue derribado para evitar el avance de las fuerzas del Eje y reconstruido al finalizar la misma.

Hay que resaltar todo el espacio del puente, por ejemplo, casetas donde gente de la zona vende productos artesanos y canta canciones locales. Las brutales vistas del río Tara desde el puente. La tirolina que cruza el cañón. Un restaurante con terraza donde tomar algo mientras oscurece.

La visita a Montenegro fue todo un éxito y acabar así el circuito, una gran idea.

Al día siguiente había que cruzar la frontera de Montenegro con Bosnia/Hercegovina y después con Croacia para seguir con las vacaciones. Pasamos a Bosnia y Hercegovina por la carretera M6, para llegar a Trebinje (BOS) y continuar hasta Dubrovnik (CRO). Ruta por los Balcanes.