RUTA CÁTARA

Segunda incursión por tierras del sur de Francia en la región del Languedoc-Rosellón y en este caso en el departamento de Aude. Es una parte llena de contrastes con el turismo y la agricultura como pilares fundamentales para los lugareños.

En este caso, una vez dejamos la autopista a la altura de Perpignan e ir hacia el interior, la soledad y tranquilidad acompañaba por estrechas carreteras y bonitas colinas plagadas de viñedos a ambos lados de la calzada. Durante unos kilómetros y salvando las distancias, el panorama recuerda a ciertos lugares de la Toscana.

El pueblo donde decidimos dormir durante los días de visita por Francia fue en Axat. Una humilde y tranquila población bien situada entre montañas para acceder a los destinos principales a visitar en rutas circulares. El alojamiento es muy destacado y recomendado por si alguien necesita lugar para pernoctar. Una vez instalados recorrimos a pié el pueblo con sus tranquilas calles, gente pescando en el río y poca cosa más. Por la carretera principal pasa prácticamente cada año el pelotón ciclista del Tour de Francia.

Castillo de Puilaurens   

Antes de llegar a Axat, pasamos de largo el pueblo de Saint Paul de Fenouillet, lugar por el que se accede en vehículo a las espectaculares Gorges de Galamus. Fuimos directamente a la localidad de Lapradelle donde se localiza el castillo de Puilaurens. Este ejemplar domina la zona situándose a unos 700 metros de altura y entre un gran bosque. Está bastante bien conservado y tiene acceso en transporte a través de una bonita carretera entre pinos. Puilaurens es la fortaleza más meridional de Francia y de visita obligada.

Montsegur – Foix – Roquefixade – Castillo de Puivert

Como información, al conducir por esta zona de Francia, te puedes encontrar circulando por estrechas carreteras, bonitos desfiladeros, pequeños puertos de montaña, largas rectas, caminos forestales asfaltados, pueblitos, casitas… La variedad es tremenda y para los amantes de la conducción y de los paisajes, este lugar sorprende gratamente.

Hoy visitamos Montsegur, el que probablemente sea el bastión más importante del catarismo, un lugar emblemático, sagrado y de profundo respeto. Por tanto visitaremos su castillo y posteriormente el pueblo. De camino aparece el castillo de Puivert, aunque paramos a la vuelta para poder admirarlo más de cerca.

A unos 6 o 7 kilómetros de Montsegur, ya se puede divisar desde el asfalto, a una altura de 1207 metros y encima del imponente peñón rocoso “Pog”, el castillo de Montsegur. ¡Que sitio tan magnífico!. Este lugar está concretamente en la región de Mediodía–Pirineos y en el departamento de Ariege.

Hay que tomar una decisión importante, ¿subir o no subir al castillo?. Primero hay una rampa de arena que lleva a la estela conmemorativa de la hoguera. Hay que recordar imperiosamente, que el 16 de marzo de 1244, más de 220 cátaros, subieron a la hoguera muriendo abrasados en este mismo lugar por no abjurar de su fe. Antes de esa fecha y durante 10 meses, el castillo fue asediado mientras los cátaros estaban confinados allí. Finalmente se rindieron y sucedió el trágico desenlace. Ha quedado demostrado que este episodio puso punto y final al catarismo.

Subir es tener una gran recompensa, poco antes de llegar a la cima aparecen vistas enormes del pueblo de Montsegur y una vez arriba significa dominar el llamado “Pays d’ Olmes”. La subida es dura y complicada pero necesaria, muy difícil con niños pequeños.

Montsegur es también un pueblo muy interesante de visitar, ligado al misterio. Con una bonita iglesia, alguna que otra tienda de recuerdos de la zona muy interesante de recorrer y un museo gratuito. Este recoge bonitos objetos arqueológicos que se han ido excavando por la zona y atestiguan la vida de los cátaros. Muy cerca de aquí están las fuentes intermitentes de Fontestorbes.

El siguiente destino fue la ya más grande ciudad de Foix. Basta y con mucho tráfico. Aquí el estrés y el alboroto vuelven a abrirse camino. A pesar de esto, con tiempo suficiente, es interesante pasear por su centro que dispone de bonitas callejuelas y muchos comercios.

La otra gran atracción es su bien conservado castillo. Este castillo no tiene nada que ver con el mundo cátaro pero recomiendo encarecidamente su visita.

Tras esta visita pusimos dirección a la localidad de Roquefixade. Sabía por fotos que el castillo estaba totalmente en ruinas pero al llegar al pueblo y mirar hacia la montaña donde yergue no se veía ni una piedra.

Fue una decepción pero por lo menos pudimos circular por unas carreteritas solitarias mientras el viento y una gotas de lluvia aparecían en el horizonte. Que sensación de paz.

La última parada fue en castillo de Puivert, aunque estaba completamente cerrado. No pasa nada, verlo exteriormente es una delicia porque está muy bien conservado y además el día había sido genial.

Puivert fue en su momento punto de reunión de trovadores y juglares. Se comenta que era el castillo medieval con más fiestas. Imaginad las festividades tan importantes celebradas.

Rennes le Chateau – Coustaussa – Arques – Termes

El primer destino a visitar en la interesante jornada es el pueblo de Rennes le Chateau, encaramado en lo alto de una pequeña colina. Esta localidad francesa es de los lugares más turísticos de la zona debido a diversas leyendas de un antiguo párroco, Berenger Sauniere. La novela “El código da Vinci” tiene numerosas conexiones con este párroco y por tanto el interés ha crecido exponencialmente en tal sensacional espacio.

Los lugares fundamentales por visitar son los siguientes:

  • Torre Magdala: Construida por el mismo párroco y que albergaba la biblioteca. Es una curiosa y bonita construcción.
  • Iglesia parroquial: Pequeña pero misteriosa iglesia parroquial. En lo alto de la puerta de entrada hay una inscripción que indica: “Terribilis est locus iste”, este es un lugar terrible. Y se hace referencia también a una imagen de Santa María Magdalena. Justo en la entrada a la iglesia hay una pila sostenida por una figura del demonio Asmodeo, y encima, hay cuatro ángeles en forma de cruz.
  • Villa Bethania: Es donde vivió y murió el famoso párroco. Allí, pagando una entrada, se pueden visitar unos bonitos jardines y subir a la torre Magdala.

No está de más dar una vuelta por las calles del pueblo donde puedes encontrar alguna que otra tienda de esoterismo y de recuerdos de la zona. Un lugar misterioso que no dejará indiferente a nadie para bien o para mal.

Continuamos el recorrido hacia el pueblo de Arques, pasando primeramente por Coustaussa para ver rápidamente sus antiguas ruinas visibles desde la carretera.

El castillo de Arques es visita imprescindible por su estado de conservación y por su belleza. Además está en llano, cosa que se agradece a la hora de visitarlo, puesto que el resto son verdaderos “nidos de águila”, como expresan algunos viajeros. Hay una entrada conjunta para ver el castillo y el museo de Deodat Roche, gran historiador del catarismo.

Por si alguien quiere comer el plato contundente típico de la región, este es un buen sitio. La «Cassoulet» es el gran guisado parecido a una fabada asturiana pero más contundente. Un guiso normalmente de alubias blancas y cocido con trozos de carne y embutidos. El más socorrido es el que introduce pato confitado, salchichas y tocino. Todo bien servido caliente en un cuenco de barro. Buen apetito.

Para llegar al destino final, a Termes, hay que conducir por una carretera solitaria dirección a las entrañas de la tierra, en el lugar más tranquilo del sur de Francia por lo menos.

Por un pequeño sendero pegado al rio Orbieu, está el acceso al pequeño y curioso pueblo de Termes. Aquí parece que estamos en otro periodo, el ritmo de vida ha cambiado. El refrescante río, las bonitas callejuelas, la iglesia de piedra del siglo XIII y las ruinas del castillo dominando el pueblo, hacen la visita un placer.

Es probablemente el pueblo más medieval de la zona.

Estamos en plenas Corbieres, y desde aquí dirección a Axat pasando por caminos y carreteras inolvidables.

Que placer escuchando a los pájaros, el agua de ríos y riachuelos, viendo volar alguna que otra ave rapaz y pasando finalmente por las Gorges de Galamus. Todo esto prácticamente sólos. Couiza y Saint Paul de Fenouillet han sido otros pueblos importantes de la jornada.

Niort de Sault – Belcaire – Montaillou

En el último día de excursión por tierra galas, siempre dirección hacia el principado de Andorra, optamos por la alternativa de bajar cruzando por completo la zona llamada “Pays de Sault”. Se trata de una meseta cerca de los 1.000 metros de altitud con bellos pueblos y profundos bosques.

Primeramente nos dirigimos a la localidad de Niort de Sault, a través de una estrecha carretera pegada al rio Rebenty, afluente del río Aude. De vez en cuando atravesamos algún pequeño pueblo con bonitas casas de piedra.

Muy cerca de Niort de Sault, cruzamos por completo las pequeñas pero destacables Gorges du Rebenty. Este pueblo es muy tranquilo y sin prácticamente relevancia destacada.

Proseguimos la marcha con la clara intención de cruzar la carretera D20, que nos llevaría hasta Camurac y luego retroceder unos kilómetros hacia la capital de la zona, Belcaire. Por esa “carretera” se pasa completamente por un frondoso bosque espectacular con enormes árboles.

En Belcaire paramos levemente, un pueblo ya algo más grande donde pudimos apreciar su castillo y dar una pequeña vuelta por la zona sin detenernos demasiado.

El último lugar de visita en Francia fue Montaillou, para así apreciar los restos de su antiguo castillo cátaro. Puedes subir prácticamente a lo alto del castillo en coche y desde luego que el lugar es especial. El camino natural hacia Andorra es por la N20 francesa hacia el Pas de la Casa.

Fin a la segunda cita con las tierras del sur de Francia. Puro placer de viaje.