EN CAMPER HASTA NORMANDÍA

Inicio de las vacaciones del año 2022. Estamos ya en periodo posterior a la tremenda pandemia pero ahora con la guerra de Ucrania y la gran inflación. Un maldito desastre que tiene una repercusión directa en el precio de la gasolina, que ya de serie es más cara en Francia. Un escándalo absoluto. Si sumamos también que cruzar la autopista sea cual sea la dirección por Francia no es nada barato, el gasto es mayúsculo. A los franceses les gusta ponerles nombrecitos a las autopistas, en este caso no recuerdo el nombre aunque fueron varias pasando por sitios tales como Tolouse, Burdeos, Nantes, etc… con las características obras y retenciones comunes en ciudades grandes.

Desde Barcelona hasta el imperioso Mont Saint Michel, el símbolo de Normandía, son un total de 1.160 km. El recorrido a dividir en dos partes para mayor comodidad. Salida una tarde para dormir una noche en una área de descanso francesa cerca de Burdeos y a la mañana siguiente otra mitad más para entrar de lleno en Normandía. El último tramo ya muy corto decidimos hacerlo por carretera convencional dado que hay dos alternativas y así paramos a comer en una agradable zona de picnic por las inmediaciones del pueblo de Pontorson. Que bien aseadas tienen los franceses estos espacios, son los líderes de la autocaravana.

Normandía es una region del norte de Francia bordeada por el canal de la Mancha con capital en Rouen, bien variada con acantilados con la preciosa piedra caliza blanca y punto esencial del desembarco de Normandia en varias playas durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial en el famoso Día D. La región ofrece un cumulo de sitios extraordinarios para cualquier turista, Francia es un grande del turismo y no defrauda.

Una buena fórmula para estacionar el vehículo o incluso para pernoctar con la furgoneta es en una especie de tienda que tiene un pequeño aparcamiento. Comprando algún producto local como sidra, galletas o miel, es posible ahorrarse el dinero de los caros aparcamientos y encima con la bolsa de la compra llena. Además, el sitio tiene una espléndidas vistas del Mont Saint Michel y las lanzaderas gratuitas están a cinco minutos caminando. Una noche genial aunque muy ventosa. En park4night se llama «La Jacotiére Ardevon». Nosotros por poco menos de 10€ compramos sidra y galletas en una caja muy bonita con decoraciones del monte para el recuerdo.

MONT SAINT MICHEL

El acceso al Mont Saint Michel está bien organizado. Hay lanzaderas gratuitas tanto de ida como de vuelta bastante frecuentes para salvar la distancia (3km) que obviamente es factible hacer caminando. Por momentos y en horas punta hay congestiones de personas y es posible tener que esperar a otros autobuses y hacer cola. Aquí al lado del aparcamiento existe la oficina de información turística y hay hoteles, restaurantes y hasta camping. Es digamos el acceso principal al monte por vía terrestre tanto caminando o en vehículo público.

Hay que tener en cuenta que el Mont Saint Michel es el segundo destino turístico más visitado en tierras galas y por tanto hay una gran expectación y afluencia de gente en masa. La torre Eiffel, en la gran capital de París, es el primer espada en Francia.

El monte es un islote o peñasco rocoso en medio del horizonte y frecuentado por mareas, así que conviene una pasada con ambos escenarios de marea baja y marea alta, es una fantasía el cambio y el contraste. En efecto, hay varias veces al año, que el monte queda completamente rodeado de agua y es por tanto una isla. Una bahía única y que no en vano está en la región de Bretaña, aunque el monte pertenece a Normandía. El río Couesnon, de escasa longitud, es el protagonista y desemboca en la bahía. En la mayoría de hoteles hay horarios con el estado de la marea, y sino en Internet está todo muy bien detallado para no perder detalle.

En el interior del monte que en gran parte está amurallado, hay una genial abadía que destaca en proporciones bíblicas. Hay también plazas, callejones, escondites y todo aquello necesario y básico para contentar al turista a modo de gastronomía y compras. Muy agradable pasear por el interior y subir a las alturas para deleitarse con las vistas. Encima el acceso a excepción de la abadía es gratuito y estamos delante de un espacio declarado como patrimonio de la humanidad. Sea como sea, de cerca o de lejos, rodeado de agua o sin, iluminado o no, es una visita que pone el nivel del viaje en un listón muy alto y nada más empezar.