Día bastante intenso en carretera y en volumen de kilómetros, aunque más bien es la inversión en tiempo para afrontar la distancia, las carreteras no son principales y por tanto es todo más lento, es una sensación constante de no avanzar demasiado. 310 kilómetros para la friolera de cerca de cinco horas de tiempo total aproximadamente. Hay que atravesar el país prácticamente de sur a norte, para finalmente penetrar por dos parques nacionales de Gales con las paradas más habituales en este tipo de escenarios.

Desde la capital, recorremos el parque de Brecon Beacons y finalizamos la jornada en el parque nacional de Snowdonia. Palabras mayores.

HAY ON WYE

La primera parte del trayecto es bastante cómoda, estamos saliendo de la capital de Cardiff con rapidez para entrar de lleno en uno de los parques nacionales, el Brecon Beacons. Estamos delante de cordilleras, cascadas, valles y en plena naturaleza para ejercer actividades al aire libre. Por desgracia no tenemos demasiado tiempo para descubrir este sitio, pero vamos a parar en un pueblo que resulta ser muy agradable, algo es algo.

Primero de todo toca aparcar y pasar por la máquina de pago, algo habitual en todo el Reino Unido, que en muchas ocasiones hemos obviado y por tanto tenemos dos estupendas multas británicas con el sobre aún cerrado. El pueblo de Hay On Wye está en la misma linea fronteriza con Inglaterra y en el límite con el mismo parque nacional. Tiene la particularidad de ser pequeño, de tener pocos habitantes, pero es famoso por disponer de numerosas librerías muy viejas con libros antiguos y por tanto es un destino para los amantes de la lectura. Empezó todo con una librería y finalmente la bola de nieve empezó a crecer para finalmente captar turistas y ganar dinero, como por ejemplo con simplemente tener que aparcar. Medio millón de turistas al año no es nada sin importancia o una cosa menor. Estamos frente a la ciudad de los libros, que es como se conoce mundialmente.

A pesar de este gran factor que atrae a todo el mundo, Hay On Wye tiene un castillo muy generoso con un interior muy familiar. Todas las plantas invitan a recorrer la historia de la ciudad y la propia del castillo. Dispone de una cafetería a precios asequible dónde leer un buen libro, como no. Asistentes para ayudar, informar e incluso ofrecer al personal atuendos de la época a modo de disfraz para sentirse rey por un día y todo de manera gratuita. Esta iniciativa es a tener en cuenta y un punto positivo.

Un recorrido a pie por el pueblo es breve, no necesita mucho tiempo, y un buen plan debería ser acercarse hasta el río Wye donde está el puente y seguir callejeando para posteriormente ir observando las bonitas casas del centro principal. Un excelente alto en la ruta hacia el norte. Muy pero que muy agradable.

BETWS Y COED

Para alcanzar la pequeña localidad de Betws y Coed hay que realizar un ejercicio importante de conducción. Separan casi 200 kilómetros y por tanto por estas tierras son tres horas al volante con total seguridad. El paisaje es totalmente ondulado y de color verde con pueblos diseminados y campos dedicados al cultivo con granjas que ocupan espacios interminables. La campiña galesa espera por delante en un terreno en caso de hacer ciclismo tipo «rompepiernas», subir y bajar, así hasta el punto final. Hay tramos estrechos donde la hierba lateral está cortada al milímetro para el paso de los vehículos durante metros y metros, tan sólo pasa un vehículo y hay momentos de incertidumbre. Hay que decir también, que en la mayoría de vías del Reino Unido, ya sean principales o secundarias, en medio de los carriles hay una especie de saliente señalizador que por la noche normalmente es reflectante en medio de las marcas viales que es molesto pisar, así que no queda otra que ceñirse al carril que es de poca anchura.

Total, el tramo en general es una mezcla entre cansancio, tensión, placer, agotamiento, entretenimiento y velocidad. Cruzar Gales por el medio del país es una aventura en cuanto a conducción por carreteras secundarias y hasta terciarias. Si te gusta conducir este es un gran momento del viaje.

Finalmente aparecemos en Betws y Coed, donde un agraciado visitante que marcha del pueblo, tiene el honor de cedernos el ticket del aparcamiento, así ahorramos unos «pounds». Esta pequeña población está ubicada en el bosque de Gwydyr y a orillas del río Conwy, un destino bastante popular y es que estamos frente a la puerta de entrada al parque nacional de Snowdonia, la «gateway» a las grandes montañas del país.

Paseamos con calma por el pueblo, visitando principalmente y dedicamos un buen rato a recorrer el bosque donde está el río Conwy y el río Llugwy, que es el punto de reunión principal de toda la gente. Es muy agradable el punto en concreto donde está el puente Pont y Pair donde las rocas generan alguna que otra pequeña cascada.

Betws y Coed tiene todos los ingredientes para ser un punto importante de vacaciones para cualquier viajero debido a la magnifica posición en pleno parque nacional de Snowdonia. Además la gente en estas tierras es muy agradable en general. Senderos, rutas ciclistas, cascadas, montañas y todo en medio de grandes ríos. A disfrutar.

LLANBERIS

Aún vamos bien de tiempo y en Betws y Coed no acabamos de encontrar ningún sitio bonito para dormir y tampoco queremos ir a un camping. Estamos parando en este tipo de servicios cada dos o tres días para el tema de higiene personal, vaciado de aguas negras y cocinar para varios días con tranquilidad como pasta o arroz que aguanta bien en la nevera.

El parque nacional de Snowdonia es el más popular de Gales, hay que saber que es donde está tanto el lago más grande como la montaña más alta, así que es reclamo importante para senderistas en mayor medida. De todas formas las opciones de turismo son infinitas y variadas..

El pico Swnowdon, en local de nombre impronunciable «Yr Wyddfa», de 1085 metros de altitud, es el alma de las tierras galesas del norte. No es una cumbre demasiado portentosa en cuanto a dimensiones, pero tiene una gran repercusión para el turismo debido a la facilidad del acceso y las grandes leyendas e historias que atesora, amen de la impresionantes vistas que regala, sólo hay que mirar algunas fotografías.

Es una lastima de no disponer de tiempo suficiente, todo el parque merece una gran atención y necesita varios días para conocer los escenarios de más belleza. Ya con el coche al subir hacia el lugar de pernocta, Llanberis, observamos preciosas montañas y lagos que sorprenden para bien con muchas furgonetas apostadas para pasar la noche a pie de carretera.

Llanberis es un pueblo agradable con las opciones más buscadas para la diversión en el parque nacional de una manera más bien cómoda para las familias. La típica excursión es subir en ferrocarril panorámico hasta el mismo pico Snowdon, aunque en este año 2022 la estación final está cerrada por obras y el trayecto termina en la estación anterior, sobre los 800 metros de altitud. Los elevados precios, cerca de 100 € por tres personas, más la saturación y entradas no permitidas para el día y hora que interesa, obliga a cancelar la ascensión, es una espina que queda clavada. Información sobre el tren en este enlace: TREN SNOWDONIA

En caso de tener menos tiempo y si los horarios coinciden, otra buena alternativa y más barata, es escoger el tren del lago, que recorre el lago con vistas a las montañas del Snowdonia en un tiempo aproximado de 45′. Una opción más sencilla en general.

Justo donde pasamos la noche, en un aparcamiento supuestamente de prohibida la pernocta, algo ya más que habitual en muchos países y zonas turísticas, encontramos una escultura de espada de acero en la misma orilla del lago Padarn, es conocida como «blade of the giants». La verdad que la fotografía es una pasada y entiendo que tiene una repercusión directa con la leyenda del rey Arturo y la espada excalibur, que según algunas leyendas e historias indican que está guardada en las montañas del Snowdonia. Quién sabe.