LA PROVENZA

Empezamos la matinal llegando a otro de los tantos pueblos catalogados como bonito por naturaleza de Francia. Está vez no paramos en su interior, únicamente realizamos unas fotografías desde algún mirador a pie de carretera. Gordes es uno de esos pueblos llamados por los franceses “Villages perchés”, pueblos colgados en la montaña. Por desgracia hospedarse en este enclave es caro aunque por lo menos la gastronomía es muy apreciada.

El motivo principal de pasar por Gordes y de meternos en esta zona de la Provenza, por la Abbaye de Sénanque, era por un motivo natural. El producto estrella de la Provenza es la lavanda, conocida por todo el mundo por su espliego de color violeta y su agradable aroma.

No sabía con exactitud si durante el viaje encontraríamos campos de lavanda, así que fuimos a tiro hecho. Los campos grandes están por el departamento de Alpes–de–Haute–Provence. Es una pena visitar Provenza y no ver esos característicos campos.

Entre medio de dos montañas empezamos a observar pequeños campos de lavanda y en uno de ellos aparece como de la nada, la magnífica Abbaye de Sénanque. Una abadía que suministra al viajero, una fotografía de una plasticidad enorme y que también aparece en todos los sitios.

La abadía se puede visitar e incluso ver a sus habitantes, los monjes. Nosotros estuvimos por allí dando alguna que otra vuelta por los exteriores viendo como no dejaban de llegar coches y autocares de turistas.

Otros lugares de especial interés del departamento de Vaucluse son estos:
– Orange: famosa por sus monumentos romanos, como por ejemplo, el teatro antiguo, donde efectúan conciertos.
– Mont Ventoux: el punto más alto del oeste de los Alpes, el tour de Francia pasa por aquí en algunas ediciones.
– Cavaillon: la huerta de Francia y duro competidor con España, sus melones son muy característicos y buenos.
– Rousillon: parece ser que hay muchas variedades de tonos en los edificios.

SAINT TROPEZ Y CANNES

Camino ya del departamento del Var, camino directo hacia Saint Tropez. La costa, el mar. Hoy en día todo el mundo conoce Saint Tropez, o por lo menos ha escuchado hablar. Famosos los yates, coches de lujo y todo lo relacionado con muchas cantidades de dinero. Gente adinerada a mansalva y unos precios prohibitivos para la mayoría de mortales en según que sitios como bares o restaurantes.

Para resumir un poco el itinerario, pasamos por la plaza des Lizes, donde los locales se dedican a jugar a un juego por tradición como es la petanca.

Caminamos por quai Suffren o quai Jean-Jaures, típicas zonas del puerto donde algún artista exhibe sus obras y por plazas del interior con edificios con colores pastel.

Sin rumbo determinado aparecimos en diversas playas sin demasiado interés y acabamos por el barrio del Ponche. Con fama y dinero, podremos presentarnos en cualquier fiesta privada y ostentar. Merece la pena pasearse y visitar la ciudad, total es gratis, sólo hay que pagar por aparcar. Con más tiempo dedicaría el tiempo a conocer pueblos menos famosos y disfrutar del mar, como por ejemplo de estos sitios:

– Toulon: base de la flota francesa del Mediterráneo.
– Bandol: un lugar lleno de viñedos y excelentes caldos.
– Ste–Maxime: perfectas playas para el turista.
– Ramatuelle: encaramado en una colina y rodeado de viñedos.

Ya para rematar el día  y en poco trayecto, aparecimos en Cannes, que a fin de cuentas sería el punto de pernoctación. Departamento ya de Alpes-Marítimos y donde cada año se celebra el famoso festival de Cannes. Aquí tienen cita famosos directores y actores para lograr el galardón de la palma de oro en el edificio del palacio des Festivals et des Congrés. Situado al lado mismo de la playa, del viejo puerto y del famoso y gigante promenade de la Croisette.

La parte vieja de Cannes conocida como la zona de Le Suquet, es de lo más impactante del viaje a nivel de callejuelas tipo laberinto y de concentración de gente por metro cuadrado. Nos metimos por la calle Meynadier llenita de gente y con lugares para comprar olivas, queso, pan y con múltiples restaurantes para retroceder de nuevo y subir al tren turístico para no perder detalle de Cannes. El tren sale del mismo palacio donde se celebra el festival y hace varios tours.

El tren da un completo viaje por el promenade de la Croisette pasando por las diversas playas llegando a la más famosa como es la de Palm beach, donde hay también un casino. Te quedas sorprendido con los hoteles Carlton, Majestic o Martinez a nivel de poder económico.

Pasamos también por rue d’Antibes, que es otra calle comercial importante de la zona y luego pues nos metimos para la zona de Le Suquet, por la parte alta del cerro llamado el barrio de Castrum. Zona de pescadores con vertiginosas y sinuosas callejuelas con unas vistas soberbias de la bahía y el puerto.

Finalizado el trayecto, recomiendo pasar por la rue Suquet, la más antigua de Cannes y en constante subida, aunque sólo sea para ver todos los restaurantes que hay que son caros. Una maravilla de callejuela. Una gran ciudad.

Fontaine de Vaucluse -> Gordes -> 19 km

Gordes -> Abadía de Senanque -> 5 km

Abadía de Senanque -> Saint Tropez -> 196 km

Saint Tropez -> Cannes -> 75 km