KORCULA

La capital de la isla de Korcula, curiosamente tiene el nombre de Korcula, conocida como la vieja ciudad fortificada con tejados de color rojo y casas de color blanco.

El entramado arquitectónico de las calles y edificios está diseñado en forma de espina de pez para mayor protección de los fuertes vientos, al mirar el mapa tal detalle es impresionante.

Así que pasear por el interior de las murallas es toda una gran experiencia con calles estrechas por todos los lados. Monumentos históricos como iglesias, monasterios y palacios evidencian el legado veneciano en toda la ciudad. Mejor pasear sin un rumbo fijo, quizás hasta seguir un mapa es algo complicado.

Muchos turistas, viajeros y todo tipo de ciudadanos, sólo realizan el estupendo trayecto de recorrer la península de Pelsejac en coche para luego atravesar en ferry hasta la ciudad de Korcula y volver de nuevo. De hecho muchas personas la definen como una Dubrovnik en miniatura, y verdaderamente es un buen calificativo, tienen razón.

Korcula también se caracteriza por múltiples costumbres y tradiciones a modo de combates, danzas y otro tipo de festividades, cada cual con su peculiar nombre. En este caso tampoco hemos visto ninguna y no podemos comentar demasiado, pero existir, existen.

Marco Polo supuestamente nació en Korcula, y lógicamente hay que sacar partido y rendimiento de tal acontecimiento. La casa natal se puede visitar y también hay un museo dedicado al intrépido viajero.

Visitar la ciudad por la mañana en pleno mes de setiembre no es la mejor idea, pero por cuestiones de tiempo es lo que hay. Es necesario encontrar un momento más tranquilo en otra época para conocer Korcula con menos gente.

Brna -> Korcula -> 30 km