INFORMACIÓN DEL VIAJE

NUEVA DELHI

Después de una escala en los Emiratos, concretamente en Dubai, y tras cerca de diez horas de vuelo en total, aterrizamos en la capital de India, en Delhi.

Al empezar el recorrido en taxi hasta el hotel, la infinidad de imágenes tan diferentes e impactantes para la vista son inabsorbibles por la mente humana. Deberán pasar días enteros para empezar a digerir cualquier situación cotidiana. Está claro que estamos en oriente y en una país donde prácticamente todo es posible, por difícil que parezca. Occidente quedó muy lejos, el choque cultural es inminente y no espera a nadie.


Información! Después de la experiencia vivida en esta ciudad, no pasaría ni un minuto del viaje en una ciudad como Nueva Delhi, sólo como ciudad aeropuerto.

Las normas de circulación son tan anchas como amplias. La suciedad impregna la vía pública hasta términos impronunciables. La pobreza y mendicidad resulta visible en cada esquina. La contaminación acústica es abrumadora en todos los sentidos. Las aglomeraciones de personas son la tónica habitual a cualquier hora del día. Y que decir de las vacas, animales sagrados por la religión, que ocupan espacios abiertos a discreción. Olores a excrementos y orina en demasiados sitios.

Evidentemente es un accidente frontal para el viajero y mucho más en una primera aproximación a Asia. Pero bueno, por algo decidimos viajar a la India.


La capital de la India no es la ciudad con más espacios de interés para el viajero, está claro, pero es el primer punto de pernoctación para iniciar una ruta en taxi con conductor local por el Rajasthan. Estábamos instalados en la ciudad nueva, bastante lejos de la parte más céntrica de la ciudad, la ciudad vieja. Cualquier distancia es larga en tiempo debido al intenso tráfico de todo tipo de vehículos en un desorden organizado.

Con el típico vehículo a motor tan conocido del país, el «rickshaw», después del protocolario acto de negociación de precio, iniciamos la marcha hacia la parte más importante de la ciudad. Si, es verídico, en las cunetas hay bebés durmiendo en el suelo repletos de porquería con hogueras para calentar y personas durmiendo en las aceras casi moribundas.

El conductor del motorino alcanzó la avenida principal Vijaya Bank, que es donde está el fuerte Rojo de Nueva Delhi y de alguna manera centro nervioso de la ciudad. Más adelante cambia de nombre a Chandni Chowk, en un hervidero de gente entre templos y más templos, comercios y más comercios. Pocos turistas o viajeros en ya horas de bien entrada la tarde en la capital del país. De alguna manera todo este entramado de callejuelas está cercano a la plaza Connaught place.

Seguramente el sitio más importante en este lugar es el templo Gurdwara Sis Ganj Sahib, el templo de los Sikh, aunque el principal templo de esta religión está en la ciudad de Amritsar. Estos señores sin ánimo de profundizar, llevan turbantes en la cabeza como elemento más autónomo y hay más de 20 millones de fieles, así que vamos a ver a personajes de este tipo seguro, es pura estadística.

Y así sin más, curioseando cualquier situación todavía ilegible por el cerebro, deambulamos por calles sin mucho sentido hasta volver al hotel después de otra ardua negociación y respectiva pérdida del conductor. El resto de sitios de interés de la ciudad ni me importan ni los conozco.

Hay por todo Internet una frase que menciona a la India en referencia a que es amada u odiada, y en cierta manera es una expresión muy acertada. Al final del viaje, puedo asegurar que me inclino más por la segunda opción, no he sabido gestionar la escapada bien aunque también es verdad que la India tiene espacios impresionantes.