Distancia del día: 166 km

Tiempo: 2 horas 30 minutos

Tipo de carretera: Nacional (N13) y comarcal (R702)

Pernocta: Hotel Chez Tonton


VALLE DEL ZIZ

Por suerte y por casualidad, las fechas del viaje y las distancias, coincidieron para pasar la noche de fin de año en Merzouga y por tanto en pleno desierto en las cambiantes dunas de Erg Chebbi. No es lo mismo ver el desierto en la televisión que en persona, la primera imagen de las dunas desde la distancia es una experiencia imborrable. Van cambiando de color según la posición del sol y hasta de forma según el viento.

El día de carretera es de nuevo bastante sencillo, así que vamos a tener tiempo suficiente de pasar un buen rato en el desierto disfrutando también de un hotel para la última noche del 2019 y descansar, que todo no va a ser hacer turismo.

La primera parada breve del día es en un impresionante mirador bien indicado y colapsado de gente después de pasar muy de largo la ciudad de Er-Rachidia. A mano derecha ya va apareciendo el palmeral y mucha gente opta por parar en un pequeño sitio llamado Meski para adentrarse en este pequeño oasis. El camping y la zona según muchas lecturas en Internet han ido en decadencia, y por tanto, optamos por descartar la parada.

El mirador ofrece unas vistas únicas. Es increíble como puede formarse un palmeral de tales dimensiones entre montañas áridas. Pero quizás es más interesante observar con calma las pequeñas casas y gente que vive tan tranquilamente dentro del palmeral. Por falta de tiempo no pudimos adentrarnos en algún camping de la zona, pero para un futuro es un buen alto en el camino.


Información! Antes del palmeral, tenemos la segunda experiencia con un control de velocidad con la policía. En este caso están denunciando de verdad con documentos y tienen parados a cuatro coches extranjeros, incluido nosotros. La broma asciende a 30 € pero después de una buena charla, por suerte, somos los últimos en marchar pero los únicos en no sancionar.

MERZOUGA

La siguiente ciudad más o menos importante antes del desierto es Erfoud. Aquí hay dos opciones muy diferentes para seguir con el viaje. Dirigirse a Rissani, que martes, jueves y domingos tiene un mercado de bastante reputación, o ir directamente a Merzouga. En este caso la carretera R702, es la indicada para empezar a ver las dunas del desierto y los dromedarios en un camino muy entretenido hasta llegar a las mismas entrañas de Erg Chebbi.

Vamos al desierto sin más. El polvo poco a poco hace acto de presencia y a mano izquierda acompañan lentamente las imponentes dunas. Una vez en Merzouga, instalados ya en nuestro alojamiento, realizamos un paseo en dromedario por las dunas de algo más de una hora. Hay que hacer el recorrido al mediodía debido a que a primera hora de la tarde, toda la gente va al desierto a pasar la noche en las haimas. Es fin de año y está todo muy cotizado.

Que vamos a decir de la práctica con el dromedario y nuestro guía bereber, un placer aunque al día siguiente las agujetas en las piernas van a durar una semana. No es demasiado cómodo montar pero es necesario para divertirse. Otras actividades típicas son los paseos en vehículo todo terreno, hay establecimientos para contratar todo tipo de servicios y excursiones, no hay problema.


Y así, con una sonrisa y felicidad, tenemos tiempo de descansar, ordenar maletas y vehículo, dar un paseo por el pequeño centro de Merzouga, tomar un te a la menta y cenar estupendamente acompañados de italianos y japoneses en el comedor del hotel. Menudo día de fin de año, algo diferente pero para repetir. El día siguiente, el primero del año, continua la aventura por Marruecos.