Una mañana de inversión de tiempo, es necesaria para mínimamente conocer el casco viejo de Plovdiv en una buena dimensión. Como no, la ciudad tiene una historia de ocupaciones tracias, romanas, otomanas y hasta bizantinas, es la constante del país. El casco viejo, tiene la particularidad de calles empedradas y casas al estilo del resurgimiento nacional. ¿Cómo son estas casas? pues bien, de colores claramente vivos, elevadas y con adornos de madera. Muy vistosas y bonitas, no cabe duda, algunas realmente de grandes proporciones.

Más tarde, la ruta desvía el camino dirección hacia el sur, para así conocer la fortaleza de Asen y el monasterio de Bachkovo, este último de carácter forzoso. Después hay que deshacer camino para subir hacia el centro del país. A continuación de un buen rato de conducción, acabamos en el pueblo de Koprivshtitsa. Un pueblo de interior histórico, relevante y seguramente el más vistoso de todos. 

La teoría indica, que este último pueblo debería ser el lugar de pernocta, por muchas justificaciones. Horas y kilómetros del días, es de noche, interés cultural… Pero por avanzar algo de camino y debido a la relativa cercanía con la capital, quedan aproximadamente dos horas de camino, finalizamos en Sofía. No estoy muy orgulloso de la decisión, pero un viaje en compañía, comporta elecciones a veces contrarias. Dar y recibir, no en un sentido sexual, claro está.


PLOVDIV

Con un sentido más o menos lógico, a pesar de la dificultad orientadora por el entramado de estrechas calles del casco viejo, la calle Saborna, es un buen inicio de la ruta. Une también la parte nueva de la vieja, en efecto, es donde convergen algunos museos y finaliza en uno de los miradores más generosos de la ciudad, Nebet Tepe. Tal posición es la cima de la ciudad y hay unas ruinas de una antigua fortaleza. Son piedras básicamente para subirse y contemplar las curiosas vistas, un contraste entre los barrios.   

El otro mirador de la ciudad, en este caso con vistas a los montes Ródope, es el ubicado en el mismo teatro Romano. El anfiteatro de mármol blanco dispone de un aceptable nivel de conservación y en la actualidad es un lugar de reuniones para festivales de música. Es un buen espacio donde sentarse y poder así relajarse durante un tiempo.

En cuanto al recorrido por el casco viejo y de alguna manera para conocer las casas más famosas (Nedkovich, Hindliyan o Lamartine), con mapa en mano, hay que expandirse por las calles Tsanko Lavrenov, Peev Hrista y Kiril Nektariev para finalizar siempre en la principal, Ulitsa Saborna. La casa de nuestro alojamiento era de color azul y estaba situada en Ulitsa Pernik. 

FORTALEZA DE ASEN 

La fortaleza de tipo medieval, está en altura cerca de la ciudad de Asenovgrad. Estamos ya en los mismos Ródopes y sobre el río Asenitsa. El elemento más importante es la misma iglesia de dos plantas y con frescos en el interior, algo habitual.

En este tipo de construcciones, las vistas panorámicas concentran casi siempre la atención. Los bosques en otoño tiene un colorido único y dominar la montaña por momentos pues es bienvenido. La fortaleza de Asen es interesante aunque tampoco algo descomunal.

MONASTERIO DE BACHKOVO 

El segundo mayor monasterio del país, a fin de cuentas, es el punto más austral del viaje por Bulgaria. Después de dejar el coche en el aparcamiento, bajo un simbólico precio, espera una leve subida flanqueada por puestos de comerciantes y con algún área para llenar el estomago, por si es necesario.

El monasterio respira un aire de descanso, de reposo. Contiene diferentes estancias entre árboles como un enorme palo santo y fuentes con figuras a modo de caño. Hay que resaltar la iglesia de Sveti Nikola con unos frescos en el exterior contundentes del Juicio Final. 

La iglesia del patio principal, Sveta Bogoroditsa, es ya un cúmulo de recargadas pinturas, dispone un flamante iconostasio y dorado por todas partes, parece mentira el color dorado, es algo llamativo y recurrente en todas las imágenes. Hay momentos de cierta indigestión de iglesias ortodoxas durante el viaje. Suele pasar también con las iglesias católicas. 

Una visita a Plovdid, tiene que contener un desplazamiento al monasterio de Bachkovo, no son demasiados kilómetros, media hora de tiempo. 

KOPRIVSHTITSA

En este emplazamiento, fue declarado el levantamiento de abril de 1876 contra el Imperio otomano. Koprivshtitsa es un pueblo con casas del estilo del resurgimiento nacional en gran medida y ubicadas a ambos márgenes del río Topolnitsa. En un inicio, estaba previsto atacar en mayo a las tropas invasoras, después de un tiempo de aprovisionamiento de armas y entrenamiento. Pero tuvo que ser adelantado debido al intento turco de detener al jefe de la operación.

El río principal desprende un arroyo por el sudoeste, hay que situarse un poco, y es aquí donde visualizamos el histórico puente del primer disparo. Ni más ni menos, la primera víctima turca de la sublevación, murió de un disparo en el dichoso puente. A escasos metros, destaca una gran estatua del líder del movimiento local, Todor Kableshov, que sujeta un arma corta en la mano derecha. 

Por esa zona encontramos las grandes casas donde vivió el mismo Kableshov, ostentosa a más no poder. Otras significativas son la casa Debeylanov, Lyutov y la más importante es la casa Oslekov. Este individuo, era un mercader que finalmente fue ahorcado en Plovdiv el mismo año 1876 por ayudar al movimiento. La entrada es previo pago y la fachada principal es el elemento más despuntante, sin olvidar al resto de espacios. 

El otro lugar imprescindible es la iglesia de Sveta Bogoroditsa, que anunciaría a modo de campanadas, el mismo 20 de abril del año 1876, el comienzo del levantamiento. Preciosa de color azul y protegida por bajos muros de piedra.

Llegamos al pueblo casi de noche, con la tarde muy encima. Por tanto, la visita para mi gusto fue demasiado rápida, me hubiera gustado tomar una cerveza relajado, cenar en el pueblo y dormir placidamente instalados por una noche aquí. A la mañana, es necesario pasear por las calles, subir a algún punto elevado y entrar obviamente en la casa Oslekov. Pero bueno, decidimos marchar a Sofía. No pasa nada, en una segunda vuelta, Koprivshtitsa, formará parte vivamente del itinerario. Hay una mezcla de historia, misterio, belleza y tradición.