EL CAIRO

El mayorista para el último día completo en el país, en este caso en la capital, propone una excursión opcional sobre la ciudad que ya descartamos al reservar el viaje en la agencia por varias razones. La principal, 95 € por persona para recorrer El Cairo es una estafa en toda regla, además, queremos tener la típica jornada de libre albedrío, organizando todo por cuenta propia, que es cómo viajamos siempre.

Declinamos la visita al museo de antigüedades egipcias, donde está el tesoro del faraón Tutankamón. Otro punto característico debería ser el barrio Copto, zona de convivencia de religiones durante el transcurso de la historia y con elementos destacados a nivel histórico que también rechazamos. Continuando con un itinerario lógico, la ciudadela de Saladino, una fortaleza y El Cairo fatimita, con construcciones islámicas tales como mezquitas, deberían ser añadidas en cualquier ruta. Obviamos todo.

Pues bien, mirando distancias y teniendo en cuenta el sofocante calor junto con el elevado trafico de la ciudad a cualquier hora del día, es hora punta siempre, aprovechamos la mañana y parte del mediodía únicamente para pasear por el bazar de Jan El Jalili. Tiene que haber un día de ocio sin más pretensiones y de estar a la bartola en el hotel.

El bazar es un antigua zona de comercio plagada de colores, olores y gente. Vendedores y compradores, estos últimos la gran mayoría turistas, quedan citados para el arte del regateo. Un total laberinto de calles para pasear o comprar el objeto más preciado. Desde artículos de calidad hasta baratijas, hay absolutamente de todo, es cuestión de encontrar el sitio ideal.

Desde el hotel contratamos el servicio de «Uber», al final son dos euros desde el hotel hasta el bazar, muy barato, aunque creo que el conductor ha dado alguna vuelta de más, pero bueno, por ese precio no pasa nada. Para regresar, simplemente negociar un precio con un taxista y tan fácil. Es que no es necesario ni parar un taxi,  cualquier conductor al ver un extranjero ya solicita la atención para utilizar los servicios de traslado. Son gente muy agradable.

En el bazar de Khan El Khalili hay dos espacios muy mencionados. El primero es el café restaurante Naguib Mahfouz, aprovechamos la ocasión para entrar y comer en un rincón tradicional con encanto, a pesar de la gran clientela extranjera. Los camareros van ataviados con trajes entiendo que regionales, el servicio es atento y la comida excelente, de acuerdo a unos precios muy competentes. Sensacional experiencia.

Antes de abandonar definitivamente el bazar, callejeando, aparecemos voluntariamente en el café El-Fishawy. Es el café de los espejos, simplemente porque en las paredes del local hay muchos espejos. A ver, está bien logrado, pero en general es algo muy preparado para el turista y los precios son muy caros. Aquí aparece un personaje que trabaja en algo extinto en España como es limpiando zapatos de manera artesanal. Pues bien, por unos euros tenemos el calzado limpio y presto para nuevas aventuras. Genial.


El viaje finaliza aquí. La tarde es para ver series en la habitación, dar alguna vuelta por el hotel y coger energías con algo de comida. Un viaje por Egipto no es algo tranquilo, hay jornadas de serios madrugones e incesantes visitas, no es estar en un resort. Además hay que preparar las maletas ya que a primera hora de la mañana del posterior día está programado el vuelo.

Fin de los servicios del mayorista en Egipto con el traslado al aeropuerto internacional y con recepción del coordinador para asesorar en la salida con cualquier trámite. Galaxya Tours ha cumplido con nota las expectativas sin ningún error y por tanto es una empresa valiosa y con un sobresaliente trabajo. Recomendable 100X100.