FORT AUGUSTUS – CASTILLO DE URQUHART – EILEAN DONAN CASTLE – PORTREE #222km#

La primera detención en el camino por las orillas del Lago Ness es en la cascada de Foyers. Muy cerca del punto donde descansamos. Aún estamos en el flanco occidental, tras cruzar la carretera y tener una conversación con dos españolas viajeras, unas escaleras avanzan hasta la cascada principal, bonita aunque sin estridencias, 62 metros de alto para desembocar en el mismo lago. Tiene muy poco caudal. Recuerdo una cascada en Eslovenia con una fuerza de la naturaleza que abrumaba, además había llovido una tormenta durante todo el día y el conjunto era ensordecedor.

El sendero es de un recorrido grande, en realidad acaba a las mismas orillas del lago Ness ,pasando por un par de puentes y por otros estupendos lugares. Ahora bien, debemos sacrificar la parte final y llegar al segundo mirador para contemplar la cascada desde lejos. El día es largo y con muchos puntos marcados. En la carretera hay una cafetería y una tienda de comestibles, al lado del mismo aparcamiento que tiene baños públicos tipo grandes eventos.

Por la carretera, el primer pueblo importante a orillas del lago que emerge es Fort Augustus. Un pueblo pequeño con una bonita abadía, agradables casas y muchos comercios de propaganda del lago Ness.

Es un paso habitual del conocido como Great Glen. Hay que saber que una falla geológica en otro tiempo dividía Escocia en dos partes de costa a costa, de Inverness a Fort William partiendo la tierra en este y oeste. En la actualidad, es un profundo valle con misteriosos lagos, escarpadas montañas, grandes fortificaciones y castillos, ante la presencia de leyendas y seres extraordinarios como el mismo monstruo del lago Ness. Mirando el mapa de Escocia, es perfectamente visible el corte y la misma unión.

El otro gran impacto de Fort Augustus, que podemos contemplar un buen rato con maniobras de los barcos, es la entrada al canal de Caledonia de numerosos barcos camino del centro de Escocia. Precioso el sistema de esclusas y no hay ningún sitio donde verlo tan de cerca, es una maravilla. Una genial obra de ingeniería que comunica los lagos de Ness, Oich, Lochy y Linne. De recuerdo compramos un peluche de Nessie al módico precio de 20 pounds.

Lógicamente el lago Ness está ocupando muchas horas del viaje, mucha incidencia y es que tiene mucha tirada y lugares únicos en Escocia. Pero es que aún queda más. Iniciamos la conducción por la otra orilla, por donde la está instalada la carretera A82.

La siguiente parada es en el castillo de Urquhart, la entrada es muy cara, pero estamos muy lejos de casa para pensar en minucias de dinero. Además es un complejo cerrado, algún recoveco habrá para entrar gratis, pero es ya hacer muchas trampas. El interior del centro de visitantes contiene una exposición muy amena de la forma de vida en la antigüedad, en cuanto a departamentos, rangos, organización, etc…

Uruqhart castle en un momento, tiempo atrás, llegó a ser uno de los castillos más grandes de Escocia, y el emplazamiento a orillas del lago Ness, es algo sublime. Estamos indagando en un icono del país, un emblema que siempre perdurará en la memoria.

El recinto está muy bien conservado, normal, con todo el dinero que entra a diario. Todos los departamentos están muy bien explicados, por lo que es fácil imaginar el castillo en perfectas condiciones. Hay también un embarcadero donde atracan diferentes navieras. Tiene varios puntos elevados donde visualizar en general todo el entorno que es bucólico. Un monumento.

Siguiendo la carretera en dirección Inverness, a escasos kilómetros, está la localidad de Drumnadrochit, que alberga el centro de interpretación del lago Ness. Es una localidad simple, con un jardín que recrea el castillo de Urquhart y donde encontramos a otro agradable gaitero y un centro donde hay algun que otro muñeco del tímido y escurridizo gigante de Nessie.

Toca la triste despedida del lago Ness, un top del viaje. Pero la vida o el turismo continua, en este caso camino del oeste y de la isla de Skye. Hacemos de nuevo un complaciente picnic a las afueras del lago Ness, en un área de descanso perfecta en Bun Loyne.

A partir de este mismo momento, la vista por la carretera A87 es difícil de calificar. Escocia es un viaje muy paisajístico, que conlleva muchos kilómetros por carretera. Ahí está la gracia del viaje también, no es lo mismo recorrer una aburrida autopista que ciertas carreteras, además, por Escocia la mayor parte del recorrido es fuera de grandes vías.

Finalmente entramos en el aparcamiento del castillo de Eilean Donan, palabras mayores. Es el monumento más fotografiado del país debido a una ubicación extraordinaria en una isla al abrigo de las montañas del lago Duich. Fortaleza del siglo XIII. Pocos lugares son tan ideales a nivel de paisaje. En cierta manera estamos ya bastante próximos a la isla de Skye.

Sede de varias películas que han otorgado más fama al castillo, como por ejemplo, «los inmortales», con actores de la talla de Sean Connery o Christopher Lambert.

En esta ocasión, nos conformamos con las vistas externas del castillo y del entorno, es más que suficiente por el pleno espectáculo. Hay mucho espacio para andar por las cercanías del puente, hasta incluso es posible pasar por debajo con cuidado. Cualquier persona simplemente estaría horas y horas mirando el dichoso castillo. Es algo humano. El color del agua, de las algas, de las rocas, los reflejos… un compendio de mezcla de colores, una paleta de pintura, un teatro al aire libre.

La entrada es de nuevo cara, hasta hay que pagar religiosamente por simplemente cruzar el histórico puente hasta la base del castillo. Pero es ya la hora de cierre, y los trabajadores han marchado, y como aún hay gente en el castillo, pues la entrada debe de ser gratis porque nadie lo impide para cruzar el famoso puente, visto y hecho. Hay que tirar de vez en cuanto de la picaresca o picardía española, que se note el arte.

Está avanzando la tarde, pero aún quedan horas de sol, así que como tampoco descubrimos ningún sitio adecuado para dormir por la zona gratis, y vamos sobrados de tiempo, rumbo directo hacia la isla de Skye.

Antes paramos en un supermercado para aprovisionar, en el último pueblo antes de cruzar el puente que conecta directamente con la isla, en el pueblo de Kyle of Lochalsh. Un pueblo acogedor con puerto que une con varias de las islas cercanas, que no son pocas.

Una vez en la isla de Skye, gasolina muy barata, cómo es posible. Es que la diferencia de precios por todo Escocia, Inglaterra o Gales, es de hasta 30 céntimos por litro, un verdadero atraco. Hay que controlar muy bien estos detalles porque al final es un dineral. La suma del viaje en gasolina, y más en los tiempos actuales, es de cerca del 40% del presupuesto. Una barbaridad. En tiempos normales por lo menos el ahorro sería de unos 300 € para utilizar en otros aspectos.

La isla de Sky es un paraje también indescriptible, la entrada es una obra de arte, unos paisajes que empiezan a impactar. Aparcamos nuestra furgoneta, sacamos el techo, preparamos menesteres y con la clara intención de dormir pegados a una bonita masa de agua, más en concreto en el loch Ainort, con alguna que otra furgoneta más. De repente empiezan a aparecer una plaga de mosquitos que resulta imposible la estancia. Tres días con picaduras por todo el cuerpo, y eso que no soy nada escrupuloso con estos insectos voladores. Cuidado con la isla de Skye que hay algunos sitios húmedos que es normal la presencia de estos pequeños malhechores.

Así que con tal situación, avanzamos para llegar casi ya de noche a las inmediaciones de Portree, que no era el plan inicial, pero total, la furgoneta tiene estas ventajas. Es de los peores sitios de Escocia y con más limitaciones, restricciones y caza a las «motorhomes». Cuesta encontrar un sitio, finalmente detectamos algo gratuito coincidiendo con varios vehículos que van llegando poco a poco. SITIO DE PERNOCTA EN PORTREE