EDIMBURGO


En caso de visitar Edimburgo con vehículo, es mejor apostar por el fin de semana. Hay aparcamiento gratuito en calles alejadas del centro principal tanto de la ciudad vieja como de la ciudad nueva. Es cuestión de observar las señales para no tener desagradables sorpresas con denuncias, los vigilantes de la zona tienen un exceso de celo desproporcionado. El suelo público en Edimburgo es a precio de oro. Así que más vale la pena andar un poco y evitar disgustos. La idea de pagar seis libras por hora en una calle principal tampoco parece accesible para presupuestos normales.


Calton Hill: Una de la siete colinas que estructuran la ciudad de Edimburgo. En la cima coronan un grupo de edificios clásicos tales como un monumento a modo de panteón inacabado y el Nelson Monument. El primero rinde homenaje a los caídos en las guerras napoleónicas y el segundo conmemora la batalla de Trafalgar.

La panorámica desde las alturas proporciona una de las mejores fotografías de todo el viaje, es un mirador espectacular y permite visualizar en todo esplendor los diferentes territorios de la ciudad.

Princess Street Gardens: Terreno a caballo entre la parte vieja y nueva de Edimburgo, separa ambos espacios y es un verdadero pulmón verde donde poder apreciar las magnificas vistas del castillo de Edimburgo y de los edificios escalonados de la ciudad vieja. Un gran lugar donde parar en un banco con total tranquilidad.

CIUDAD NUEVA

Al mediodía, en solitario, la familia ejerce tareas mas bien comerciales y consumistas, tiempo para realizar el largo y duro free tour por esta parte tan gratificante de Edimburgo y también para alcanzar el barrio del Dean Village. Igualmente por la mañana, había recorrido de nuevo gran parte de la «old town» para inmortalizar en alguna fotografía algún punto que quedaba pendiente y comprar whisky para familiares. Así que llevaba kilómetros en las piernas. La familia de nuevo permaneció en los encantadores jardines de Princess Street, una excelente manera de gastar el tiempo.

The Balmoral: El hotel más icónico y de extremo lujo de Edimburgo, conocido como North British Hotel hasta 1980. La escritora J.K. Rowling terminó de escribir el último libro de la saga literaria de Harry Potter en 2007 en una suite. Esta señora también deambulaba por Victoria Street y el cementerio de Greyfriars para inspirarse en relación a las escrituras.

El reloj del edificio, visible desde casi cualquier punto e instalado en una torre de 58 metros de altura, está adelantado tres minutos para que el personal de la estación vecina de tren Waverley siempre llegará puntual y no retrasar así el servicio. Hay una excepción, el día de año nuevo marca el tiempo correctamente debido a que es el gemelo de plaza de Sol de Madrid.


La ciudad nueva de Edimburgo inició la construcción por el año 1767, para solucionar los graves problemas de hacinamiento y salubridad que afloraban en la ciudad vieja. De alguna manera, también, el plan original era acoger a la parte más saneada económicamente de la sociedad, la denominada clase alta. 

El diseño de la nueva ciudad fue propuesto a concurso y el ganador sería un joven de 22 años de nombre James Craig, que presentó un modelo urbanístico definitivo a modo de cuadrícula simétrica. Comprendería grandes avenidas, ejemplares plazas y excelentes parques, todo lo contrario que el angosto y revirado casco viejo. Muy interesante el plano de nombres con un enfoque político y social entre Inglaterra y Escocia a modo de espejo.


Dundas House: Una casa a modo de palacio y sede bancaria del Royal Bank of Scotland. En este terreno, en teoría, según los planos de la ciudad nueva, encajaría la iglesia de San Andrés. El empresario Lawrence Dundas, adelantando acontecimientos, compró las tierras encargando construir este admirable recinto. Levantado por el arquitecto William Chambers.

Plaza de San Andrés: Gran plaza dedicada al patrón de Escocia, el mismo San Andrés. En medio de la plaza emerge una gran columna dedicada a Henry Dundas, tipo conocido como «rey sin corona», que ostentaba un gran poder aunque relacionado con negocios de calibre más bien turbios. Abogado, político y ministro del Interior, estaba directamente relacionado con planes para impedir la abolición de la esclavitud. Por tales motivos, la columna es motivo de polémicas y gente aboga por la demolición.

Galería Nacional de Retratos: Alberga la colección nacional de retratos de Escocia en un edificio de acceso gratuito. Situado en una de las avenidas principales del barrio, Queen Street. Muy destacada la parte principal, con escudos de las principales ciudades de Escocia, murales con los personajes más fundamentales de la historia de Escocia y representación del firmamento en el techo.


Escocia tiene un buen elenco de personajes históricos que destacaron en diferentes disciplinas, hay que citar a nombres como David Hume, filosofo y representante del empirismo. Alexander Fleming como descubridor de la penicilina. James Watt como inventor de la máquina de vapor rotativa o Walter Scott como escritor. 


Scott Monument: En los jardines de Princes Street, alza un gran monumento de 61 metros de altura y dedicado a Walter Scott, donde es posible mediante escaleras subir a la parte superior. Rinde homenaje a este polivalente escritor escocés hijo prodigo de Edimburgo y del país. El monumento es llamativo y peculiar.

Rose Street: Calle de reunión de tipo peatonal y punto de acceso para los sirvientes que trabajaban en las casas de tipo georgianas existentes en la ciudad nueva por Princes Street o George Street. Hace referencia a la «rosa roja» de Inglaterra, por contra, la vecina calle Thistle Street, hace mención a la planta de Escocia, el cardo. Ambas deben tener espacio en cualquier recorrido por la ciudad, con bares y pubs de muy buena pinta. El ambiente está más que asegurado.

Dirty Dick’s (polla sucia), es el local con una historia curiosa detrás del nombre, un barrendero que limpiaba las calles llenas de estiércol de caballo de nombre Dirty Dick. Solitario, con mala relación con la familia y con un aspecto de pordiosero y sucio, murió heredando una herencia sin saberlo. El personaje tenía una gran fama entre la clientela.

En la calle existen diferentes carteles que hacen referencia al plano urbanístico de la ciudad nueva con todo detalle. Una vía muy animada. El guía indicaba que era como el «Titanic», la clase alta tiene lujo pero poca diversión. Aquí en esta calle existía todo el ocio del mundo y en las principales avenidas mucha mas sobriedad. Como en la misma película, delicadeza en las plantas superiores pero en las inferiores es donde estaba la verdadera fiesta, a pesar de ser humildes y por no decir pobres.

Charlotte Square: Plaza grande con un exquisito jardín en un parque privado, que es una constante en Edimburgo, con casas unifamiliares de estilo georgiano. El número seis tiene la particularidad de ser la residencia de la primera Ministra de Escocia, la llamada Bute House.

Dean Village: Un barrio a modo de aldea relajada también conocido como Water of Leiht Village. Lugar próspero siglos atrás donde fábricas trabajaban con molinos de agua situados en el mismo río Leith. Casas de piedra del siglo XII y un puente sobre el río, forman parte de un sitio encantador para salir un poco del ajetreado centro principal de la ciudad. Vale la pena una breve parada.


El viaje en Escocia tiene punto y final en Edimburgo, aunque aún hay que deshacer un largo y tedioso camino hasta Inglaterra para cruzar el canal de la Mancha de nuevo en ferri desde Dover hasta Calais, es la opción más económica. En Francia espera Disneyland París, es el merecido premio para el niño y los adultos para poner colofón final a este gran viaje. 6.618 kilómetros por tierras de Francia, Gales y Escocia para un total de 20 días y un gasto total de 2.600 €. Más por menos.


MEJORES MOMENTOS DEL VIAJE

1.- Parada en el monumento de William Wallace en Stirling

2.- Dormir al lado del lago Ness

3.- Momentos en el castillo de Urquhart y el castillo de Eilean Donan

4.- Subir al Old Man of Storr y caminar hasta la Coral Beach en la isla de Skye

5.- Comer un fish&chips en Tobermory y dormir en Calgary Beach en la isla de Mull

6.- Ver el tren de vapor en el viaducto de Glenfinnan

7.- Pasear por los jardines del castillo de Inveraray

8.- Conocer Edimburgo