MTSKHETA


Toca descender hasta el centro y sur de Georgia, en busca ya de la moderna y animada capital del país, Tbilisi.

Hay que notar que debemos deshacer de nuevo la concurrida carretera Militar Georgiana, aunque en este caso, al ser la mayoría del tramo en bajada, es muy llevadera y más relajada.

El primer punto donde detener la marcha, a cerca de dos horas y media de Stepantsminda, 135 kilómetros en concreto, es en la ciudad de Mtskheta, antigua capital de Georgia. Queda considerado como principal centro espiritual de Georgia con una trascendencia vital para la cultura local. Sin duda alguna es un importante alto en el recorrido y una buena excursión a realizar desde la misma capital, complementada con algún otro enclave cercano. 

Estamos relativamente cerca ya de la capital, Tbilisi, a cerca de media hora en vehículo. El itinerario va por buen camino y el coche finalmente va a cumplir la función, a pesar del lamentable estado que ofrece y cada vez a peor. El siguiente coche a recoger todavía era igual o peor. 

El principal objetivo de Mtskheta es la catedral de Svetitskhoveli, instalada en una estupenda posición donde confluyen los ríos Mtkvari y Aragvi.

Este punto en concreto desde la altura es una verdadera maravilla. Más tarde es posible contemplar tal ubicación.

Pasear por las calles del centro antiguo y en especial por los alrededores de la enrome catedral, es sinónimo de tranquilidad, serenidad. Además, hay un montón de puestos callejeros con gente muy amable vendiendo objetos, bebida, comida y donde probar, por ejemplo, un helado de vino, muy típico debido a la gran producción de vino en Georgia. Aprovechad este sitio para la degustación porque no hay más por el país, o por lo menos por los espacios visitados.

La catedral es un edificio exquisito del siglo XI, donde en teoría, indica la leyenda, que la túnica de Jesucristo está debajo de la nave central. La historia es un poco extravagante, pero bueno, todo es posible en esta vida. Casualmente un judío de esta ciudad, estaba en Jerusalén en el momento de la crucifixión de Jesús y trajo la túnica a Mtskheta. La trama continua, pero eso ya queda un poco más a la búsqueda de los intrépidos viajeros y lectores.

Hay que informar también, que muchos monarcas georgianos están enterrados en Svetitskhoveli, que significa “la columna que da la vida”. Quizás el más importante es Vakhtang Gorgasali, quien sujeta una espada en una losa tallada en el interior. El tamaño del mango es imponente y es fidedigno. Debía ser un hombre gigante.

IGLESIA DE JVARI


Después de comer, en este caso uno de los tentempiés más famosos y baratos de Georgia, el típico pan local relleno de cualquier producto más o menos calórico, el khachapuri, en marcha hasta la iglesia de Jvari. 

Una buena carretera, de fácil acceso, permite alcanzar una colina que domina la ciudad de Mtskheta en menos de un cuarto de hora. Aquí, de forma solemne, instaurada la iglesia de Jvari, sagrada para muchos georgianos.

Sin entrar en detalles de arquitectura, la posición es espectacular para observar sin prisas el bonito encuentro de los ríos principales, Mtkvari y Aragvi, junto con todo el conjunto de edificios que figuran en Mtskheta.

Hay bastante tranquilidad en general, van llegando muchos turistas asiáticos en autocares y son lugares donde jóvenes realizan fotografías antes del enlace nupcial, es algo muy habitual en espacios religiosos o de interés cultural. Esperemos que tengan buena suerte.

TBILISI


Penetramos de pleno en la capital, con un tráfico incesante, por las afueras o extrarradios de este tipo de ciudades, o en casi todas, siempre aparecen barrios más humildes, alboroto, jaleo… El precio de la gasolina está por encima del euro levemente, así que antes de abandonar el maldito vehículo, por otro con la compañía Surprice, llenamos el depósito. Un poco cara la gasolina analizando un poco los sueldos medios de los habitantes de Georgia.

Alojamiento en Bonus Hotel (BIEN +), en Meskhishvili Street, 32. ALOJAMIENTO. La ubicación es el mejor aspecto del hotel, muy cerca de los espacios más vitales de la ciudad. Lástima de no limpiar o recoger las habitaciones por la matinal, es un detalle a tener en cuenta, pero sin tampoco demasiada importancia. Posibilidad fácil de aparcar el coche. Comentario en Booking en octubre’ 23. Estamos en el barrio de Avlabari, en el lado este del río Mtkvari. Muy centralizados la verdad, posición ideal en una gran ciudad.

Después de un breve descanso y reconocimiento del mapa en la guía para orientarse, iniciamos la marcha por Tbilisi, donde vive prácticamente la mitad de la población del país. 

.Parque Rike

Paseando por las animadas calles, como locales, accedemos al parque Rike, es el típico parque central muy bien cuidado y donde está el acceso en funicular a la parte alta del monte Mtatsminda.

Para obtener las mejores vistas es prioritario ascender en funicular, disfrutando del agradable balanceo. Tanto el trayecto como las imágenes desde la cima son espectaculares. Momento importante del viaje donde el básico río Mtkvari, hace acto de presencia. Espléndido.

.Mtatsminda

En las alturas, hay dos espacios dominantes que hay que destacar. Kartlis Deda, con 20 metros de altura y del elemento aluminio, la madre de Kartli es el emblema nacional y simboliza con una metáfora excelente seguramente el carácter del habitante del país, aunque tengo serias dudas al respecto. Sostiene en una mano una espada y en la otra una copa de vino. A buen entendedor, pocas palabras faltan. ¿Somos amigos o enemigos?.

La fortaleza de Narikala, que data desde hace más de 17 siglos, abrumadora sobre el casco viejo de Tbilisi, es el otro espacio fundamental. Queda compuesta por dos partes amuralladas, y entre los socorridos baños sulfurosos y el jardín botánico. Es un mirador único para ver el atardecer con la mejor gente posible cercana. En la parte inferior destaca la iglesia restaurada de San Nicolás.

.Abanotubani

El resto de tarde tiene un plan preconcebido. Bajamos caminando con calma hasta una parte del casco viejo de Tbilisi como es Abanotubani. Un barrio especial donde encontrar los baños de aguas sulfurosas calientes, son muy típicos los techos de los baños con cúpulas de ladrillo con chimeneas por donde sale con frecuencia humo.

Primero paramos en la mezquita de Jumah, la única en la capital. Lugar donde rezan en paz y juntos musulmanes chiitas y sunitas. Después de descalzarnos, accedemos para contemplar el interior y las costumbres de la gente. 

Durante una hora tenemos contratada una sala para tres personas para tomar un baño en el popular Chreli Abano, con una fascinante fachada al estilo persa y propia de Asia central. Hay que tener en cuenta que suele estar muy frecuentado y por tanto es mejor reservar por Internet y escoger la sala que más prefiramos. El precio son unos 20 € por persona y un masaje exfoliante de un cuarto de hora son unos cinco euros. A bañarse sin ropa, claramente.

Por toda esta avenida o calle, de Abanotubani, es donde están todas las salas de baño, la gran mayoría públicas por donde entrar una hora por tres euros, increíble.

Callejeando por todos estos recovecos es fácil encontrar las fotografías más famosas de Tbilisi. Calles estrechas y reviradas con las coloridas casas con balcones. Muy bonito, con rotundidad.

La cena, una de las mejores en cuanto a calidad del producto, un disgusto el servicio, completo descontrol, decidimos probar en Maemani. Tampoco es un espacio tranquilo, hay locales de música a todo volumen cerca y por tanto consideraría buscar otro restaurante más relajado. Esta cerca de los baños y por tanto tampoco dimos muchas más vueltas que es lo importante. Comida más bien de tipo europea y por tanto nada que destacar en relevancia a comida georgiana.

El día siguiente contiene en plenitud seguir recorriendo la ciudad en total tranquilidad, el coche queda aparcado, por fin. Es un puro placer para recargar fuerzas y energías después de tanta paliza más bien en cuanto a tiempo invertido que a distancia en realidad.