ÁMSTERDAM

Del aeropuerto a la estación central en tren y luego en tranvía hasta el alojamiento, que por cierto, era muy interesante tipo apartamento pequeño a pie de calle y bien ubicado.

Instalados ya en tierras holandesas. Un país vanguardista, con políticas verdaderamente interesantes y pensadas para ayudar a la gente en ciertos casos.

Tradición y vanguardia en nuestra visita con tintes navideños. Una fórmula de viaje muy buena para ver las ciudades engalanadas con ornamentos navideños.

Comenzamos a pasear por la ciudad en el canal Prinsengracht, uno de los cuatro más importantes de la ciudad. Muy cerca se encuentra la plaza Leidseplein. Muy animada.

A nivel gastronómico, Holanda no se caracteriza por la excelencia, tendrán sus buenos platos pero no es su principal atracción. Hay mucha influencia de restaurantes indonesios, chinos, japoneses, italianos y de grandes marcas comerciales de comida rápida.

Justo al lado de aquí está la plaza Maxeuweplein, cuyo gran interés es el tablero de ajedrez que hay en medio de la misma donde lugareños juegan con piezas gigantes de plástico. Para un amante del ajedrez y por cultura general, esta plaza está dedicada al gran maestro holandés de ajedrez Max Euwe, que llegó a ser campeón del mundo y dejó su huella en numerosas partidas consideradas como inmortales.