PLAZA DE SAN MARCOS

La plaza de San Marcos es la única de Venecia, el resto de plazas de menor relevancia son llamadas o bien campos, o bien campellos. Con absoluta rotundidad, este es el espacio urbano con más lugares de interés cultural e histórico en conjunto de todo Europa. Todos los elementos más representativos de la ciudad están aquí expuestos en una armoniosa congregación.

En la laguna de Venecia hay un fenómeno llamado «acqua alta», donde el mar Adriático sube de nivel periódicamente durante el año y el agua inunda calles y plazas de Venecia. Para vivir con esta situación las autoridades colocan pasarelas elevadas para los viandantes y todos utilizan botas de agua. Suele ser habitual en meses de primavera e invierno. La plaza citada, al ser el punto más bajo de toda la ciudad, es siempre el primer lugar en inundarse.

La plaza en forma de trapecio, no es el mejor lugar para tomarse un café, los precios son abusivos, aunque los camareros van vestidos como de marineros, algo es algo. Los edificios más importantes de la plaza son la basílica de San Marcos, el palacio Ducal, el museo Correr, el Campanile (el campanario de la basílica) y la torre dell’ Orologio. Para rematar el entorno, al lado del embarcadero, hay dos columnas denominadas San Marcos y San Teodoro.

Todo el conjunto observarlo desde el «vaporetto», o autobus marino, es sencillamente espectacular. Una verdadera pasada. De alguna manera esta gran plaza se merece una entrada destacada para explicar con detenimiento todo su esplendor. Aquí un informe detallado:


Plaza de San Marcos

 

SAN MARCO Y DORSODURO

Siguiendo con el recorrido por el distrito de San Marco, que lleva el nombre del patrón de la ciudad, hay ciertos lugares que son de alguna manera también indispensables. En este caso hay que hablar del palacio Contarini del Bovolo, con su forma de caracol, el teatro de la Fenice, y los campos de Sant’ Angelo y Sant Stefano.

Lógicamente, todo el distrito es el más visitado por todos los viajeros y en ciertos momentos puede resultar hasta agobiante. De ahí las numerosas quejas de los pocos venecianos que aún viven en Venecia.

El teatro de la Fenice es de los más importantes de ópera del mundo, y el campo Sant Stefano, situado muy cerca del gran Canal, es de los más bonitos, amplios y animados de la ciudad.

Desde este mismo lugar se puede pasar del sestiere de San Marco al sestiere de Dorsoduro por otro de los puentes más importantes, el puente de la Accademia. Desde el puente hay unas grandes vistas de todo el imponente canal y de la iglesia Santa Maria della Salute. La galería de la Accademia, que es la escuela de bellas artes de la ciudad, también esta próxima al puente.

PASEO EN GÓNDOLA

Navegar en Venecia en góndola es una de las mejores experiencias a realizar. Puede resultar una turistada, pero es verdad que recorrer canales estrechos, algunos únicamente con acceso en barco, pasar por debajo de pequeños puentes y salir al gran Canal, es sensacional.

Es recomendable decidir en que lugar realizar el trayecto al final del viaje, así con total seguridad sabremos que punto es el más interesante por motivos personales después de conocer toda la ciudad. No es lo mismo pasear en Cannaregio con total tranquilidad que hacerlo en San Marcos con caravana.

En nuestro caso el recorrido fue por el sector de Dorsoduro, iniciamos en el canal grande y en breve navegamos por canales solitarios y tranquilos más resguardados. Algunos canales no tienen aceras y la única forma de pasar es en barco. Alternar entre el absoluto gentío y la absoluta soledad en poco tiempo es posible.

Como lugares destacables del recorrido tenemos el hotel Villa Maravege, donde estuvo alojado alguna que otra vez Ernest Hemingway, el palacio donde residió Napoleón y el palacio donde residió también el romántico Casanova.

Todo esto mezclado entre otros lugares de especial interés como edificios y palacios magníficos, la esencia de Venecia. Llegamos a pasar también por el Squero di San trovaso, el astillero más famoso de la ciudad donde se fabrican y reparan góndolas.

Finalizamos de nuevo en el gran Canal pasando por debajo del puente de la Accademia, punto y final a la experiencia vital.

Nuestro gondolieri llevaba 25 años ejerciendo esta profesión y vivía por el sestiere de Castello. Nos manifestó que los jóvenes en Venecia marchan fuera porqué la ciudad está muerta en invierno y por motivos de estudio. Dice que venecianos habrá unos 50.000 habitantes únicamente.

Como cultura general, nos comentó que una góndola cuesta entre 30.000 € y 40.000 €, dependiendo obviamente de la calidad de los materiales. El medio acuático tiene mucho mantenimiento y está realizada por varias clases de madera. Durante el paseo nos explicó que en Venecia hay cerca de 200 canales y 400 puentes.

El número total aproximado de iglesias que rondan la ciudad es de 100. Otro medio de transporte de Venecia parecido a la góndola pero algo más pequeño es el sándolo, que parece ser que es preferido por las mujeres venecianas sobre todo cuando van a casarse.

Una recomendación obtenida es visitar la ciudad en época de inundaciones, es todo más barato y diferente. Otra opción es visitar Venecia en carnavales y ponerse una máscara y aparecer en cualquier fiesta local.

El último paseo recomendado es ir directamente al Zattere ai Gesuati, cerca del mecánico de góndolas explicado para sentarse en la heladería más conocida de la ciudad. Las vistas a la Giudecca son bastante buenas y así podremos deleitarnos con el tradicional helado local llamado «gianduiotto», tableta de helado de chocolate hundido en nata montada. Rico, rico, y acompañado de una buena jarra de agua.

Por estos lugares del mapa la jornada puede acabar de manera cultural accediendo al palacio Cini (colección pictórica) y la colección Peggy Guggenheim (museo de arte moderno). ¿Qué tal si compramos un poco de licor de limón y alguna máscara de recuerdo?