PASO DE FRONTERA ARMENIA – GEORGIA


Siguiendo con el plan establecido, hay que regresar a Georgia, debido a que el vuelo de retorno es desde la ciudad de Kutaisi. El itinerario por Armenia queda por zanjado y superando las expectativas, algo siempre muy positivo.

Es un día pesado, duro, la típica jornada de transición de un puesto a otro con muchas horas de vehículo que siempre hay en cada viaje. Pero es así, no hay muchas más alternativas de ver tantos sitios en un comprimido tiempo y en un viaje por libre, sin condiciones.

Desde la capital de Armenia, Erevan, hasta el punto de pernocta, hay cuatro horas de coche, que significan unos 240 kilómetros. El cómodo y poco transitado paso de frontera es entre Bavra y Ninotsminda. 

Estamos situados en el sur de Georgia, más bien tirando hacia el oeste, donde hay una serie de lugares que son únicos y por tanto de un interés elevado. Es la parta ya más cercana a la tercera ciudad del país, Kutaisi. Hay que decir cercana siendo generosos, desde Khertvisi hasta tal lugar, hay cerca de cuatros horas por carretera.

Por otro lado, si estamos en la capital, Tbilisi, el acceso a esta zona tan valorada tampoco es fácil ni rápida, más o menos igual, cuatro horas en vehículo.

FORTALEZA DE KHERTVISI


Paramos a comer en un restaurante a pie de carretera de nuevo de forma genial, barato y todo muy rico. La verdad que esa es siempre la tónica general, excelente la gastronomía. Estamos en el pueblo impronunciable de Akahlkalaki.

Ya en las inmediaciones del destino, paralelos siempre por carretera al río Paravani, sabía que había un vagón de tren o algún transporte similar a modo de puente. Así sin más, el llamado Wagon bridge, hace acto de presencia y por tanto es un alto en el camino, a pesar del frío y fuerte viento.

El vagón está en unas condiciones lamentables por causa de las inclemencias meteorológicas, sin mantenimiento y olvidado. Sobretodo oxidado. Cruzar el puente es un riesgo para la integridad física y hay que tener cuidado de no hacer tonterías por obtener alguna instantánea diferente.  

Finalmente alcanzamos la fortaleza de Khertvisi, un lugar remoto de Georgia donde impone la presencia de tal fortaleza de los siglos X y XII, elevada en una roca y en medio de la nada. Un punto importante en la antigüedad, ruta de camino a Irán en la dirección que procedíamos y Turquía camino de Vardzia. 

Aquí confluyen el río Paravani y el omnipresente río Mtkvari, que está por todo el país, es algo increíble el transcurso de esta masa de agua. 

Aquí hay pocos servicios y algunas casas diseminadas que ofrecen alojamiento. El pueblo más cercano ya con más alegría es Aspindza. Dormimos en Barbimaria (BIEN). ALOJAMIENTO. Comentario en Booking, octubre ’23. Al abrigo de la fortaleza, un sitio muy fresco en este periodo del año pero con historia.

El motivo de parar en Khertvisi es sencillo, es la entrada de la noche y no podemos avanzar debido a que al día siguiente hay que conocer la ciudad de Vardzia y es un punto sin salida. 

Tomamos un café georgiano, armenio o turco, cada cual opta por poner un nombre distinto en una cafetería destartalada regentada por un hombre y a descansar. Por cierto todo muy barato y exquisito. Está en la misma carretera principal a Vardzia y el señor está siempre sentado en la puerta esperando algún pobre despistado que caiga en las redes.

Tenemos la gran suerte que el único restaurante al lado de una tienda de comestibles está cerrado por boda, pero una familiar de los propietarios habla castellano y amablemente nos sirven la cena en nuestro alojamiento en una especie de bungalow. La mujer es Georgiana, vive en España y tiene una ceremonia de enlace nupcial. Es algo llamativo encontrar a la única persona que habla español en tal lugar perdido en el mundo. Sucesos de los viajes.