DIAKENE OUOLOF

Planificando el viaje, contactamos con una persona española que tiene un campamento en la aldea de Diakene Ouolof. La idea original es pasar un par de días relajados en un típico campamento senegalés que a la vez es una casa cultural con proyectos y actividades solidarios. Asimismo, es fácil contratar cualquier tipo de servicio turístico o simplemente descansar y pasear por el pueblo, viviendo las costumbres locales. Esta pequeña población, está ubicada muy cerca de Usui, Oussouye, una ciudad importante de la baja Casamance. Aquí existe una gran afluencia de la etnia cultural de los diola, hay hasta un rey muy respetado que domina esta parte de Senegal. Hasta es posible tener una audiencia, supongo que dejando un buen sobre con billetes.

Desde Kafountine hasta Diakene Ouolof hay una gran distancia, 165 kilómetros y en teoría tres horas de viaje, que finalmente suman casi el doble por motivos africanos. En negociaciones, obtenemos un precio excelente con un conductor que era el taxista del hotel de Kafountine, con quien hicimos buenas migas, Saliu. 45.000 FCFA por el trayecto aunque pedía 50.000 FCFA. Le invitamos a comer en Ziguinchor un plato típico de Senegal y riquísimo, el thieboudienne (arroz con pescado) antes de seguir la marcha. Finalmente por el trabajo realizado, cobró el precio inicial que solicitaba. Las cosas como son.

El tipo tiene un vehículo modelo Pajero, no es el primero del viaje en que subimos, con matrícula de Gambia. En cada control, que en todo el trayecto hay cerca de diez, paran a pedir documentación y realizar comprobaciones extrañas. Ya no sé si es una conspiración entre policías y conductor, pero recibe alguna que otra denuncia y tiene conversaciones fuera del vehículo, algo sospechoso. Disimuladamente insinúa que el viaje es muy barato y que con multas no tiene demasiado negocio. Cada parada son cinco minutos detenidos con un calor deprimente y sin aire acondicionado. La aventura es la aventura.

Antes de llegar a Ziguinchor, la principal ciudad de la Casamance, es cierto que vamos a bastante velocidad. Pues bien, de repente la rueda trasera izquierda revienta quedando inutilizada. Es normal, las ruedas están deterioradas y con una cantidad de metros encima ingente. La goma no tiene dibujo y los hilos son visibles, una vergüenza pero tónica habitual del parque móvil de estos países, preguntar sobre la itv a un africano es una broma de mal gusto. La rueda de recambio no ofrece demasiadas garantías, está aún peor. Hasta llegar a la gasolinera queda rato, así que hay que ir muy despacio porque está desinflada. Media hora más de retraso. Aquí de nuevo el conductor comenta que la rueda vale cerca de cuarenta euros y que claro, ya ha hecho el viaje. Joder, si se rompe el motor también voy a tener que pagarlo. Aquí en África las cosas duran hasta que duran, hasta la absoluta destrucción.

Hay que resaltar, que el paisaje en todo momento es una delicia, todo verde, manglares, ríos árboles, una verdadera pasada, imposible dormirse. Llegar hasta el campamento no es fácil, damos una vuelta importante mal asesorados o guiados por locales y por pista forestal, ya estamos al límite de la paciencia. El conductor, solemnemente, mantiene la sonrisa a pesar de perder dinero con claridad. Le queda el camino de regreso y es casi de noche. Hay tramos de carretera que parece que han caído meteoritos, unos socavones de miedo. En cambio, desde Ziguinchor, la carretera es una alfombra hasta la costa, el turista deja dinero y todo está impoluto.

El campamento es pequeño, habitaciones cómodas y de diferentes tipos, sala de estar, jardín con árboles frutales, gimnasio casero… instalaciones aptas y en buenas condiciones. Lo mejor es la cocinera, una señora que cada día ofrece una comida y cena que quita el sentido de sabor. Es aquí el primer sitio del viaje donde disfrutamos de la gastronomía, por raro que parezca. Acordamos las excursiones a practicar para el día siguiente y a relajarse un rato que ya toca. Creo que hay cosas a mejorar, pero el alojamiento en general es muy bueno y para regresar. Precio acorde y bastante correcto con desayuno incluido aunque muy flojo. CAMPAMENTO EN CASAMANCE.