RINGSTRASSE

Una buena manera de alcanzar el centro de Viena desde el aeropuerto, es utilizando el cityairporttrain. Un rápido tren hasta la estación de Wien Mitte. Además, existe la opción de reservar taxi hasta el mismo alojamiento deseado desde la citada estación.

El anillo de Viena es la avenida principal que bordea el centro histórico y donde emergen los edificios más notables e importantes de la capital. En el primer día completo, durante las primeras horas de la mañana, recorrimos una zona bastante sobria y tranquila. Hay que indicar también que Ringstrasse (anillo) va cambiando de nombre en muchos tramos, siempre acabando en -ring. No tiene pérdida.

Ring

En el camino vamos a descubrir, paso a paso, lugares como la bolsa y la iglesia Votiva, que se caracteriza por dos torres gemelas de casi 100 metros de altitud. Observaremos también la universidad, el teatro y el ayuntamiento. Posteriormente vislumbramos el soberbio parlamento, sede actual del gobierno de Austria en un bastión inexpugnable.

Tranvía

Después de la larga caminata, aparecen diferentes museos como el de historia natural y del arte, para los más apasionados en estas materias. El último edificio que vimos y seguramente el más reputado, musicalmente hablando, fue la ópera Estatal (Staatsoper). Es el teatro de ópera más importante del mundo y de gran prestigio. Para los amantes de la música, sería pecado no conocer el interior ni escuchar una obra maestra de cualquier autor de la época actual.

Parlamento

Ópera

Casualmente, detrás de la ópera, está el excelentísimo hotel Sacher, con café y donde poder degustar la original tarta Sacher. Es el único lugar que puede alardear de fabricar la original tarta de chocolate y mermelada de albaricoque, después del dictamen de un juez tras un largo litigio. De toda formas, en todas las pastelerías y confiterías, resulta un privilegio para el paladar esta exquisitez. Algo parecido le ocurre a la tarta Selva Negra de Alemania.

Hotel Sacher

De camino al hotel, acercándose ya la hora de cenar, vimos el palacio Hofburg, que precisamente era la residencia de invierno de la familia imperial. No hay nada como ser miembro real o noble para tener un palacio a tu disposición.