CASA DE LA REINA Y WESTMINSTER

El día de hoy trataba ciertamente de una completa jornada paseando por los sitios más emblemáticos de la ciudad. Con un día gris luciendo en el cielo, como suele ser la vida en Inglaterra, empezamos la matinal por el Green park. Siempre rumbo al Buckingham palace, la residencia de ni más ni menos que la reina de Inglaterra.

Evidentemente el cambio de guardia, que se realiza por la mañana y algunos días de la semana, es más que conocido y atracción de turistas. Aquí aparecen caballos, orquestra, guardias… Un poco tostón y pesado, y mucho más después de ver ya algún que otro cambio de guardia en otro país.

Seguimos caminando por la avenida «The Mall» y penetramos en Saint James park. Estamos ante el parque más antiguo de Londres donde conviven los cuervos y las ardillas.

La matinal seguiría muy cerca de Trafalgar square dirección a Downing street, las oficinas del primer ministro bien custodiadas por policías. Poco a poco entramos en otro punto indispensable y fundamental del viaje como es la parte de Westminster.

El Westminster palace es el edificio neogótico y centro de la vida política inglesa y además, dispone del famoso campanario conocido mundialmente como el Big Ben. Muy impactante visualmente y ligeramente inclinado. El metro pasa por debajo y con tantas medidas de seguridad, parece extraño.

La Westminster abbey o la abadía de Londres, también forma parte de la plaza posiblemente más representativa y simbólica de Inglaterra. Al otro lado cruzando el río Támesis, triste lugar de atentados recientes terroristas, está la noria conocida como London Eye, que ofrece una soberbia y enorme panorámica de 360º del territorio londinense.

BLOOMSBURY

A la tarde fuimos a otro parque bastante interesante como es Hyde park, el más grande y popular. Poco después cambiamos al barrio de Bloomsbury que aparenta un nivel de vida bastante alto. El British museum pertenece a este espacio y recomendamos caminar por lugares como Bedford square, Russeel square, Bloomsbury place y Bloomsbury square.

Paseando por el barrio y en la misma plaza Bloomsbury square, está curiosamente la escuela de cocina “Le Cordon Bleu” de Londres. Al lado mismo de la entrada, hay un pasillo que indica Pied Bull Yard. Tiene acceso a pocos pasos a una agradable y encantadora plaza con algún café y alguna tienda de fotografía antigua. Encontramos el mejor momento para tomar nuestro te inglés acompañado de una pasta local. Una grata sorpresa este pequeño rincón desconocido.

Londres no es fácil para visitar, es muy grande y parece difícil orientarse por momentos, además hay tantos barrios y tantas cosas que ver, que no queda más remedio que trasladarse en transporte público. Tampoco tiene un centro como tal, como el resto de ciudades, todo está más bien diseminado por todo el territorio. Aún así es una ciudad especial y diferente, contagia ese carácter tan distinto y peculiar.