ALENTEJO

Un interior extenso. Un litoral salvaje. Esta región limita con España por el este, al norte con Beira Baixa, al sur con el Algarve y al oeste con el océano Atlántico, Ribatejo y Estremadura. Un territorio enorme para cumplir todas las expectativas de viaje.


El objetivo de la primera jornada del itinerario es atravesar la frontera portuguesa para empezar por el interior alentejano y finalizar en la denominada costa Vicentina, junto al océano Atlántico. El día anterior ha sido para realizar el trayecto de carretera prácticamente al completo. La pernocta ha sido en un área de auto caravanas en el pueblo de Lobón, a escasos cincuenta kilómetros del país vecino y pegado a la autovía. Genial y gracias al pueblo.

Es un viaje en solitario, así que el ritmo de viaje es alto, cunde. Paro cuando quiero, donde quiero y voy tirando millas con la furgoneta. Una gran manera de viajar.


ELVAS – MOURAO – MONSARAZ – ÉVORA – SINES (320 km)

ELVAS

Ciudad fronteriza famosa por el espectacular acueducto de Amoreira. Además, ostenta el mayor número de fortificaciones de Europa en perfecto estado de conservación, algo visible al entrar con el vehículo al centro principal. Todo patrimonio de la humanidad.

La visita por el interior debe contener la plaza de la República, el castillo y dejarse llevar por cualquier rincón con encanto local. Empezamos a disfrutar de la economía portuguesa, cortado a setenta céntimos.

MOURAO

Mourao es ya una pequeña población, tranquila y sosegada. Destaca el castillo donde es posible dar la vuelta por las murallas y obtener así las mejores imágenes del lago Alqueva y hasta de la vecina Monsaraz, la joya del Alentejo interior. Subir con el vehículo al castillo es posible y ahorrar así una buena caminata.

Hay un momento de camino a Mourao que entramos de nuevo en España cruzando el río Guadiana donde queda a mano izquierda un puente en ruinas muy bonito ya cerca de Olivenza.

MONSARAZ

Monsaraz es probablemente el pueblo más bonito de todo el Alentejo con un aspecto más bien medieval. La posición sobre el lago Alqueva es más que meritoria. Tenemos una bonita villa con casas de color blanco y un excelente castillo con un plaza de toros en el interior. No hay nada que desentone y es un puro placer pasear por más calor que exista rozando los cuarenta grados en pleno agosto.

Toda esta zona es bastante afamada en vinos, en efecto, la vecina Reguengos de Monsaraz es la capital portuguesa del vino. También hay que comentar que el lago Alqueva ofrece espacios para el baño a modo de playa y la posibilidad de alquilar una especie de barco tipo casa para pasar un buen rato navegando.

ÉVORA

Évora es ya una ciudad más bien grande, es la capital del Alentejo y punto monumental del viaje. Esta muy animada y repleta de turistas locales y foráneos. La mejor manera de situarse es ir a la oficina de turismo y obtener un mapa en la plaza Giraldo. Este lugar es el centro principal y la mejor manera de acceder es desde la calle 5 de octubre, la más animada de la ciudad con todos los servicios.  

Solamente hay que decir que el centro histórico es patrimonio mundial y así entender un poco la belleza de esta ciudad lusa. 

Quizás el lugar más sorprendente, diferente pero finalmente humano, es visitar la capilla de los huesos en la iglesia de San Francisco. Por cinco euros y algo de cola, tenemos la fortuna de observar los muros de las tres pequeñas salas que están cubiertos de calaveras y huesos humanos. Brutal.

La catedral es también un punto importante y en las inmediaciones encontramos  unas ruinas del templo romano único en Portugal que en definitiva es una estandarte de la ciudad y precioso.

La visita puede culminar con el acueducto de Agua de Prata que tiene una longitud de nueve kilómetros con recorrido por algunas zonas del centro histórico. En este caso decido pasar con el coche dando alguna que otra vuelta para entender la magnitud por debajo del mismo.

SINES

Sines es la primera ciudad costera del viaje y es una pequeña decepción. Es famosa por ser el lugar de nacimiento del mismo célebre navegante Vasco de Gama. Tiene el castillo, la estatua del ilustre mirando al mar y playa. Pero el paseo por el supuesto centro es aburrido con bastante suciedad, abandono y sin demasiada oferta de ningún tipo.

Pero tampoco pasa nada, hay lugares de costa excepcionales y encuentro un sitio donde ver marchar el sol y dormir con el ruido furioso del agua del océano. También despierto con unas vistas únicas desde la habitación de la furgoneta. Tengo delante el océano Atántico. La mejor aplicación para encontrar estos lugares es park4night.


Información! En ciudades grandes como Elvas o Évora, al aparcar el coche o al volver, siempre aparece algún vagabundo para pedir dinero y gastarlo en alcohol. Son inofensivos pero siempre están a la caza del viajero.