JERUSALÉN

Esta vez entramos al casco viejo de Jerusalén por la puerta Nueva, otra de las posibles opciones para ingresar al interior del recinto amurallado. En este caso, estamos en el sector del barrio cristiano, un conglomerado de calles con instituciones religiosas cristianas en gran proporción, donde la iglesia del Santo Sepulcro, es el aliciente principal y punto de reunión de los más fieles y no tanto.

Seguimos la marcha hacia el barrio musulmán, el más grande de la ciudad vieja, donde realizamos una primera parada en la puerta de Damasco.

Atravesamos la entrada hacia la vía pública exterior, para contemplar el fascinante ajetreo en una mezcla compacta entre turistas y locales, quienes realizan las tareas cotidianas. Esta plaza exterior está sitiada por soldados israelies y armados fuertemente, una verdadera pena. Es aquí donde parten autobuses a Palestina y a diferentes puntos de Jerusalén.

Paseando por toda calle del barrio, es posible disfrutar de cualquier puesto de comerciantes, adultos tomande te, niños jugando y degustar un buen zumo natural o dulce recién horneado y tan típico de estos países. La mezcla de colores y olores impregnan al viajero. También contemplamos otra de las puertas de la muralla norte, la puerta de Herodes.

Finalmente, entre la multitud, salimos de nuevo del casco viejo por otra puerta que no debe pasar desapercibida, la puerta de los Leones. Puerta que está orientada al monte de los Olivos y al jardín de Getsemaní, además es de alguna manera el inicio de la vía Dolorosa que tantos peregrinos recorren durante el día. Esta entrada suele estar también bastante protegida por las fuerzas y cuerpos de seguridad.

MONTE DE LOS OLIVOS

La gran mayoría de turistas tienen un circuito contratado y alcanzan la cima del monte de los Olivos con transporte público. Subir a este monte no es tarea fácil y el esfuerzo es máximo, según en que temporada imposible por el calor.

Analizando y observando un poco los vehículos y las masas de personas, subimos por unas escaleras hasta el mirador por excelencia de la ciudad de Jerusalén y bajamos por una pendiente.

Brutal la panorámica. Es posible admirar en gran medida el elemento más impactante de la ciudad, la cúpula de la Roca, dorada y con base octogonal de color turquesa ubicada en la misma explanada de las Mezquitas. La primera visión es imborrable. El monte Sión y la ciudad de David, también están presenten desde este punto de avistamiento.

«Según la biblia, este monte simboliza el lugar donde Jesús realizaba frecuentemente las oraciones, e incluso estaba allí el día del arresto. Muchos judíos están enterrados en el monte de los Olivos, unas 150.000 personas, y está considerado el cementerio más antiguo del mundo en continuo uso»

Con tales premisas, iniciamos un recorrido desde la cumbre del monte hasta las faldas, para seguir en cierta medida y cuesta abajo, los lugares más importantes que conmemoran los eventos del arresto de Jesús y la ascensión a los cielos.

-Iglesia y cúpula de la Ascensión

-Tumba de los Profetas

-Iglesia del Dominus Flevit

Iglesia de María Magdalena: iglesia ortodoxa rusa con cúpulas bulbosas y doradas

-Jardín de Getsemaní: contiene algunos de los olivos más antiguos del mundo. Lugar de oraciones de Jesús y del mismo arresto.

-Tumba de la Virgen María: santuario subterráneo donde está enterrada la Virgen María.

BARRIO ARMENIO Y BARRIO JUDÍO

El barrio armenio es el de menor superficie de la ciudad vieja de Jerusalén y en general es discreto y aislado. El elemento más destacado es la catedral de Santiago, aunque sólo es posible acceder en horario de misas. Por el territorio hay varios restaurantes y talleres de cerámica, una tradición artesanal del pueblo armenio y de muy buena calidad, lástima de los precios tan extensos. Es una zona en general muy tranquila y con poco público usualmente.

Antes de penetrar de pleno en el barrio judío, en breve empieza el sabbat y por tanto es el mejor momento para conocer el entramado de calles de este particular enclave, topamos con la puerta de Sión. Es la muralla sur del casco viejo y con acceso directo al monte de Sion, donde está la tumba del personaje Oskar Schindler, entre otras atracciones turísticas más.

Este barrio, muy deteriorado en el año 1948 por enfrentamientos contra los árabes y posteriormente arrasado por los jordanos, está prácticamente reconstruido en la totalidad después del año 1967. Es una verdadera telaraña por resolver en cuanto a seguir un mapa, cada rincón es un puzzle.

Entre los lugares que visitamos, en un agradable paseo por calles de piedra, empezamos a notar la preparación para del sabbat por parte de la población judía, algo imperdible y necesario en un viaje a Jerusalén.


Información! Cada viernes, poco antes de la puesta del sol y hasta el anochecer del sábado, tiene comienzo el sabbat. Ambiente espiritual donde en términos generales la ciudad queda paralizada. Las múltitudes tienen cita en el muro de las Lamentaciones, amigos y familiares quedan reunidos para la cena tradicional del viernes en algún domicilio, los transportes públicos no funcionan y la mayoría de locales quedan cerrados.

-Cardo Maximus: la antigua vía principal de la Jerusalén romana y bizantina flanqueada por columnas, contiene varias columnas y es una avenida con tiendas y galerías de arte

-Habad St: en esta calle, aunque también existen otras entradas, hay escaleras para subir a las azoteas o tejados de las casas de los locales. Hay buenas vistas y es posible descubrir lugares escondidos y la vida misma de la gente. La suciedad en Jerusalén sigue siendo muy elevada

-Hurva Square: es la céntrica y más importante plaza del barrio judío, donde emerge la sinagoga de Hurva, un símbolo para los judíos.

-Cuatro sinagogas sefardíes: un complejo de cuatro sinagogas con una gran obra hacia el culto y celebración.

Comemos en una bar de comida rápida en el barrio judío, algo de comida de emergencia, muy cerca de la casa Quemada, donde siempre hay algún argentino trabajando, es una comunidad muy presente y potente en Israel. Acordarse de los precios elevados, un simple durum más una bebida son quince euros.

Todos los comercios empiezan a recoger y están a punto de cerrar, ofrecen los últimos servicios, así que hay que darse prisa por comer. Desde la vía pública observamos en las viviendas las mesas preparadas con las mejores galas, a gente vistiéndose desde los ventanales de las casas y familias plagadas de niños con gran cantidad de comida lista para la gran cena del viernes. El humus está preparado en cantidades industriales.

Desde un mirador apreciamos el ambiente del muro de las Lamentaciones o Kotel en idioma local, un hervidero de gente local y extranjera dispuesta a vivir un momento único.

MURO DE LAS LAMENTACIONES EN SABBAT


Al día siguiente hacemos una escapada e incursión al país de Palestina, en este caso optamos por alcanzar Hebrón y Belén, para vivir de primera mano la realidad del conflicto entre ambos países y conocer el lugar del nacimiento de Jesús.

Al regresar de nuevo a Israel y por tanto a Jerusalén por la tarde, aún quedaba tiempo para pasear y finalizar el itinerario por la ciudad con varios espacios no menos cautivadores por visitar.

Primero pasamos por un lugar a modo de punto de diversión, recreo y gastronomía para las familias locales, es The First Station, posicionada en David Remez St, la continuación de King David St. Una antigua estación de tren modificada o rehabilitada con restaurantes, bares, tiendas y pequeñas atracciones para los más pequeños. Un gran centro de entretenimiento.

Más tarde regresamos de nuevo al muro de las Lamentaciones, esta vez irrumpiendo desde la puerta de Dung o también apodada como estiércol. Es necesario dejar un mensaje personal escrito a bolígrafo en papel en las grietas de este muro. 

Y ya para finalizar, acabamos en la soledad más absoluta, en el llamado pequeño muro, otra parte del muro mucho menos aclamada y normalmente donde viven familias musulmanas por lo que podemos ver e intuir.

Cuesta un poco de encontrar, aunque es cierto que hay letreros indicativos, pero con internet es muy fácil llegar o sino la opción de preguntar siempre es bienvenida.