CRACOVIA 

Después de un viaje en tren de unas tres horas para recorrer unos tres cientos kilómetros de distancia desde Varsovia, aparecimos en la estación central de Cracovia llamada Krakow Glomny. Excelentemente situada justo al lado de una grandes galerías comerciales, de la ciudad Vieja y del alojamiento correspondiente en la calle Lubicz.

Accedimos a la ciudad Vieja (Stare Miasto) desde la Barbacana (Barbakan), un bastión circular de ladrillo donde empieza la vía Real, aunque en realidad comienza en plaza Matejko. Aquí cruzamos la puerta de San Florian (Brama Florianska) donde en ambos lados de la puerta están las antiguas murallas de la ciudad. La calle Ul. Florianska tiene muchos restaurantes, locales, tiendas de recuerdos y enlaza directamente con la gran plaza del Mercado (Rynek Glowny).

La plaza dispone de carruajes con caballos para dar una vuelta turística y también escuchamos como el famoso trompetista estaba tocando la melodía habitual de cada hora desde la torre de la basílica. En el medio de la plaza cuadrada está la lonja de los Paños (Sukiennice), con numerosos puestos de artesanía de todo tipo y condición y a unos precios sinceramente muy baratos.

PODGORZE

Con noche de nuevo cerrada, con un taxi cruzamos el río Vístula hasta la plaza Bohaterow Getta (plaza de los héroes del gueto), en pleno barrio de Podgorze. En esta zona se asentó el gueto judío en plena Segunda Guerra Mundial. En la actualidad esta plaza contiene sillas vacías en recuerdo a que era el lugar de salida del gueto hacia diversos campos de concentración en tren, antiguamente era común apodarla plac Zgody.

Es necesario destacar, que en esta misma plaza está la farmacia Bajo el Águila (Apteka pod Orlem), un local que perteneció a la única persona no judía que vivió en el gueto. Convirtió junto con tres farmacéuticos más, en lugar de reuniones clandestinas para ayudar a los judíos ofreciendo comida, medicamentos y hasta realizando documentos falsos. Hoy día es un museo.

Otro aspecto importante de interés histórico está ubicado en la calle Lwowska 25-29, aún se conserva un pequeño trozo de las antiguas murallas del gueto en forma de lapida. Según parece tenían forma de lápida puesto que los alemanes querían que los judíos vivieran su propia muerte estando vivos. Bastante espeluznante de ver y pensar.

En este itinerario hay que parar en la fábrica de Oskar Schindler (Fabryka Schindlera) situada en la calle Lipowa, número 4. Una especie de museo que representa Cracovia bajo la ocupación entre 1939 y 1945. Por desgracia era tarde y decidimos visitarla la última mañana.

Si alguno decide ir a Polonia y más concretamente a Cracovia, para entender un poco más la ciudad o el mismo país, estaría bien ver la película «La lista de Schindler» para meterse un poco en escena.

BARRIO UNIVERSITARIO

De nuevo en taxi regresamos a la parte más céntrica, en este caso hasta la encantadora, elegante y señorial plaza Maly Rynek. Desde aquí caminamos hasta el animado barrio Universitario y entramos a un local para tomar un chocolate y un pastel polaco a base de manzana. Frío como el de Polonia es difícil de soportar en el mes de diciembre.

Comida Cracovia

De nuevo en la lonja de los Paños, muy cerca del barrio anterior, compramos a precios más que asequibles artesanía local hecha a mano como ajedreces, la piedra del ámbar y las grandes matrioskas. Si hay que comprar algún regalo o recuerdo este es el mejor lugar.

La noche continuó hasta un poco más tarde para entrar en una especie de bar musical y escuchar un poco de jazz del malo y tomar una copita de alcohol. Así es un día en Polonia en modo viajero.