SANTA CROCE

Este distrito tiene la particularidad de ser el único por donde pueden circular turismos en algunas partes y es el menos turístico de todos.

En sentido puramente artístico, Santa Croce es el sector más limitado, pero aún así, dispone de algún destacado palacio en el gran Canal y algún que otro edificio religioso, que siempre abastecen la ciudad de religión. La plaza de Roma, el aparcamiento artificial de vehículos del Tronchetto y la zona industrial de Venecia, pertenecen a tal espacio.

Los palacios de Fondacco dei Turchi y Ca’ Pesaro forman parte de Santa Croce, aunque la perspectiva ideal es siempre desde el canal principal. Un paseo interesante debe pasar por los campos de San Giovanni Decollato y San Giacomo dell’ Orio, cada uno con sus respectivas y modestas iglesias.

Entre medio de los dos campos está el puente del Megio, y aquí siempre hay un gondolieri ofreciendo sus servicios. El barrio es humilde y siempre vamos a encontrar un buen punto para tomar una buena foto entre canales y calles muy tranquilas, fuera de la marabunta de turistas que cada día visita la ciudad mágica.

SAN POLO

Cualquier punto de Venecia es sensible a la vista, es increíble la belleza que desprende por todos los costados, no hay desperdicio. El gran Canal es un monumento al aire libre con palacios antiguos, embarcaderos, edificios y barcos para arriba y para abajo.

Por toda la ciudad hay puentes para poder cruzar el canal principal, y seguramente el más importante, famoso y destacado es el puente de Rialto. Aquí es donde nació el barrio de San Polo, el más pequeño y antiguo con un gran ambiente y el más animado de la gran Venecia.

El centro comercial de Venecia y uno de los lugares más vivos sin lugar a dudas es Pescaria Erberia. Es el mercado de pescado, fruta y verdura más importante. Es de los pocos lugares donde los venecianos realizan las compras diarias en un entorno de gran plasticidad con gran colorido y olores destacados.

Al lado de ambos mercados está la iglesia más antigua, San Giacomo de Rialto, también conocida como San Giacometto. Tiene un reloj en la fachada que tradicionalmente no funciona bien, no marca la hora correctamente. Otros lugares para no perder de vista son la estatua del jorobado de Rialto, Il Gobbo, y el palacio dei Camerlenghi. Todo está situado en la popular plaza o más normal decir en el campo.

La gente en pelotón de alguna manera evidencia la llegada a los aledaños del puente de Rialto. Quedará grabado en la retina y es un espacio sencillamente vibrante. En fondamenta del Vin es donde aparecen buenas imágenes del susodicho, una vía paralela al canal.

El itinerario por el sestiere debe continuar por el campo de San Polo, el corazón del barrio y de grandes dimensiones. Campo dei Frari también merece una parada en el camino. En cada esquina hay una iglesia, en algunas la entrada es de pago y en otras de forma libre, total, vista una, vistas todas.

DORSODURO

Este barrio del sur de Venecia, que también comprende la isla de la Giudecca, es donde están los edificios de la universidad. También hay diversos campos de interés general, galerías de arte, palacios y edificios de carácter religioso.

El campo de Santa Margherita es el más animado tanto de día como de noche. El siguiente destino con una leyenda detrás es el puente dei Pugni, característico por las cuatro pisadas que tiene en el suelo. Parece ser que aquí se peleaban en la antigüedad bandas rivales y por eso están las pisadas grabadas tras caer al canal.

El campo San Barnaba también es de recomendada visita y la iglesia tiene importancia debido a que una biblioteca que aparece en la película de Indiana Jones y la última cruzada está inspirada en la fachada.

En el gran Canal, el palacio de Ca’ Rezzonico, es de los más importantes de la ciudad y alberga un museo. Aquí decidimos poner punto y final a la jornada de visitas para ir a las islas más recurrentes de Venecia para admirar el atardecer.

ISLAS DE BURANO, TORCELLO Y MURANO

La situación en el mapa para llegar a la isla más lejana, Burano, era un poco lamentable. Los barcos parten de la parada fondamenta Nuove, así que había que realizar algunas peripecias logísticas desde Ca’ Rezzonico. Para llegar hasta la isla del encaje de hilo y de colores, es necesario invertir más de media hora.

La isla es reconocida por sus casas de colores vivos y su campanario inclinado, incluso los habitantes han de pintar las casas cada cierto tiempo, pura campaña de publicidad para captar turistas. Otra teoría es que están pintadas así para que los marineros llegaran a buen puerto en días de niebla. Es un verdadero placer caminar por todo Burano.

 

Torcello en su momento fue la mayor población de la República de Venecia, hoy en día es un simple recuerdo. Para llegar a Torcello hay que ir y volver a Burano en el llamado «traghetto». La pequeña isla es de carácter rural y es como volver a tiempos pasados, tiene una historia importante aunque no acabamos de tomar el pulso a la isla. Puede pasar desapercibida.

Más cerca de Venecia, está la isla de Murano, conocida por el vidrio con denominación de origen y producida por artesanos que trabajan el material a diario. Soplar el vidrio es lógicamente el trabajo habitual y hay muchas fábricas donde apreciar esta profesión. En su momento y al ser tarde, todos los comercios estaban cerrados y estaba un poco desierta. Pero bueno, quizás el reclamo del cristal y por comprar algo original es ya suficiente para recalar en la isla.