EL BERGUEDÁ

El Berguedà es otro de las comarcas de Cataluña con un flamante interés turístico. Está constituida por la cuenca del río Llobregat y por las sierras del Pirineo. En el norte aparecen picos por encima de los 2.000 metros de altitud sobre el nivel del mar, en las montañas del parque del Cadi-Moixeró, límite natural con la comarca de la Cerdaña. Por el sur aparecen valles creados por diversos ríos como el citado Llobregat, el río de Bagá, o los ríos Bastareny y Saldes. En el oeste destacan montañas como los Rasos de Peguera y quizás el símbolo de toda la comarca, el pico del Pedraforca. Una de las montañas más representativas de toda la Comunidad Autónoma de Cataluña.

La comarca tiene una tradición obrera ligada a la minería principalmente. Y parece una gran realidad, como indican en el museo de la minería de Cercs, las montañas del alto Berguedá son como: «un queso con agujeros».

La industria textil también tuvo mucha fuerza en la comarca hasta la aparición de la crisis, ejemplo claro son colonias y museos que hay esparcidos por todo el territorio. La zona tiene un amplio abanico de ofertas para los más grandes y pequeños de la familia.

Hay que destacar actividades de montaña de invierno y verano en un entorno privilegiado. Visitas a pueblos medievales y probar la gastronomía tradicional, con las setas como producto estrella, son esenciales. Lógicamente hay muchas más opciones y alternativas, la comarca, perteneciente a la provincia de Barcelona, está compuesta de verdaderos itinerarios de interés cultural.


Propuesta de itinerario día 1

Gironella – Cercs – Vallcebre – Saldes – Gósol

Desde Barcelona, el acceso principal al Berguedá es pasando por Manresa. La capital de la comarca es Berga, y si por algo es conocida es por su fiesta local llamada «La Patum«. En la montaña de Berga por encima de la ciudad, está ubicado el Santuario de Queralt, punto de destino final de los Cátaros en su huida desde Francia y más concretamente desde el mismo castillo de Montsegur. Otra forma de acceder al Berguedà, es desde la parte de la comarca de Osona y la localidad de Vic, en este caso el viaje es gratuito dado que no existen peajes.

Utilizando como camino la segunda opción, la primera parada en el camino fue en la localidad de Gironella. Hay que destacar el paso del río Llobregat creando unas bonitas imágenes en la parte más vieja de la ciudad. Si queremos almorzar es mejor ir a la parte baja de la ciudad, por donde pasa la carretera que es donde la gente hace vida. Sinceramente no es tampoco un punto de mayor importancia y es la habitual parada para realizar un descanso en el camino.

Dirección al norte, pasando de largo la misma Berga, el primer lugar interesante para actividades más acuáticas y practicar kayac o natación, es el entorno del embalse de la Baells.

Subiendo una carretera hacia la localidad de Cercs, las vistas son muy bonitas y es el camino propio para llegar al museo de las minas, en la colonia de Sant Corneli. Este es lugar indicado para durante cerca de dos horas, apreciar el trabajo de la minería durante los siglos XIX y XX en la comarca, en una visita muy instructiva y pedagógica. La entrada consiste en un pequeño recorrido en tren a la mina de Sant Romá, para posteriormente salir a pie tras explicaciones del guía y ver pasar el tiempo y la innovación tecnológica. Después ya dentro del propio museo, hay un excelente vídeo explicativo sobre el papel de la minería en general en la comarca y una exposición complementaria muy didáctica.

Bastante cerca de Cercs, en la localidad de Fígols, hay un centro de interpretación de dinosaurios conocido como Fumanya, que es sin duda una gran actividad para ir con niños.

El día puede discurrir dirección al oeste pasando primeramente por la localidad de Vallcebre, para así poder apreciar sus singleras. No esta de más preguntar por numerosas actividades de montaña en un pequeño pueblo con algún que otro restaurante y bastante tranquilo.

Luego ya dirección al pueblo de Gósol, que curiosamente pertenece a la provincia de Lérida pero está ligado a la comarca del Berguedá. Aquí aparece la gran imagen de la montaña en forma de horquilla del gran Pedraforca desde un mirador en la misma carretera.

Abrigada por la montaña, justo bajo sus dominios, está la población de Saldes. Tiene de nuevo algún puesto de restauración, bares y es donde se produce una cerveza artesanal con marca local. Aquí es donde decidimos pernoctar.

Ya por la tarde, después de un breve descanso, acabamos el día en Gósol, que tiene una bonita plaza central y un castillo en ruinas al que merece la pena subir por una gran pendiente.

El paisaje con la montaña del Pedraforca desde otra perspectiva es muy interesante. Y se me olvidaba que antes de ir hacia Gósol, saliendo de Saldes hay que desviarse a derecha hacia el mirador de Gresolet. En muy poco tiempo, llegaremos a una gran plataforma debajo del Pedraforca con vistas que quitan el sentido y con una caída vertical tremenda. Es habitual observar escaladores y por ejemplo visualizaremos el pico del Comabona, una de las principales cimas del Cadi-Moixeró.

Si tomamos como referencia la ciudad de Gironella como inicio y el punto final en Gósol, con las desviaciones propias para evidentemente realizar las visitas, concretamente hay más o menos unos 60 kilómetros para hacer todo el trayecto.

Propuesta de itinerario día 2

Bagá – La Pobla de lillet – Fuentes del Llobregat – Castellar de n’hug

El segundo día por tierras de la citada comarca, el recorrido comprende las zonas más al norte del Berguedá, el apodado alto Berguedá. En este caso para llegar a la localidad de Bagá, primera cita ineludible de la jornada, hay que pasar por otro municipio que puede ser interesante en conocer como es Guardiola de Berguedá.

Todos los pueblos importantes, normalmente en otoño y en época de setas, tienen festividades y ferias de notable prestigio. Es cuestión de estar atentos al calendario y realizar quizás una breve escapada para hacer turismo activo.

El río Bastareny atraviesa el núcleo urbano de Bagá, con un casco antiguo de marcado carácter medieval con casas y fachadas verdaderamente vistosas. La población está muy cerca del conocido y famoso túnel del Cadí, acceso directo a la comarca de la Cerdaña y por consecuencia a Andorra. El pueblo está ligado a leyendas medievales y a la historia de un noble llamado Galcerán de Pinós. De echo hay una plaza donde destaca una figura de este personaje con soportales y palacios antiguos, una verdadera maravilla de siglos anteriores.

Lo más recomendable es ir al museo de los Catáros, los llamados «Buenos Hombres», que es donde se ubica la oficina de turismo. Pedid un mapa para poder seguir un breve itinerario para observar y apreciar los mejores rincones del pueblo que no tienen ningún desperdicio.

Tenemos que explicar que camino del exilio, perseguidos en una cruzada por la iglesia católica, desde el castillo de Montsegur en Francia hasta el santuario de Queralt en Berga, estos hombres y mujeres pasaron también por la localidad de Bagá.

Hay múltiples opciones para visitar la población con guía e incluso visitar el museo, pero hay que tener precaución con las horas y reservar previamente. Un sendero de gran recorrido (GR-107), permite hacer la ruta entera y es llamada: «El Camí dels Bons Homes«. En su momento había planteado realizarla en bicicleta, pero una lesión truncó los planes, así que quizás hay que conseguirla caminando.

La visita a Bagá debe concluir paseando por el río y cruzando un bonito puente en una parte sombría y fresca. Toda la zona tiene tantos atractivos turísticos que es imposible quedar defraudado dentro del parque del Cadí-Moixeró.

Un buen plan para proseguir con la ruta, debería ser acercarse al pequeño pueblo de la Pobla de Lillet, con un compañero ideal de pareja como es el río Llobregat. En agosto se celebra el campeonato internacional de ajedrez y el pueblo se viste de gala para tal evento deportivo. Está dividido en diferentes barriadas y tiene un par de puentes muy bonitos además de los servicios necesarios.

En la misma carretera comarcal y poco antes de llegar a la población, está el primer destino sugerente como es el tren del ciment. Una antigua línea histórica de ferrocarril que unía la fábrica de cemento «Asland» de Castellar de n’Hug con Guardiola de Berguedá. A día de hoy, se ha convertido en una vital atracción para todas las familias para realizar un breve trayecto en una locomotora y visitar una gran exposición sobre trenes en el mismo recinto.

El recorrido en tren hasta la parada final dura veinte minutos de ida y otros tantos para la vuelta. Tiene paradas en el centro de la Pobla de Lillet, en los jardines Artigas, diseñados a principios del siglo XX por Antonio Gaudi, en una muestra de mezcla entra naturaleza y arquitectura. La última parada es en el museo del cemento, en la antigua y gran fábrica de cemento.

Hay diferentes propuestas lúdicas para el entretenimiento y conocimiento de las familias en un punto destacado de la industria catalana. Hay varias opciones de precios y horarios, pero para invertir tiempo en todas los espacios es necesario dedicar parte de un día entero.

Por estos lugares tiene nacimiento el río Llobregat, que finalmente desemboca en el mar Mediterráneo. Así que dirección a la población más que suculenta de Castellar de n’Hug, a unos tres kilómetros antes de llegar, hay un desvío a las llamadas fuentes del Llobregat. Hay un restaurante a pie de carretera con aparcamiento suficiente y una camino bien asfaltado en su mayoría hasta las mismas fuentes.

Al final hay más servicios gastronómicos y espacio idóneo para aparcar. Algunos deciden subir caminando y otros en vehículo, es cuestión de prioridades y posibilidades, que en nuestro caso al ir con un bebé, optamos por medios mecánicos.

Ya desde el aparcamiento superior, se observan muy bien las casas de la población de Castellar de n’Hug y está indicado el sendero para ver las fuentes en un pequeño paseo. El agua nace y brota del interior de la tierra y es el punto de inicio del citado río en un bonito espectáculo. El camino continúa hasta el mismo pueblo en un trayecto de menos de un kilómetro pero con bastante desnivel.

En coche alcanzamos la población final del viaje de fin de semana de Castellar de n’Hug. Aquí el último domingo de agosto se celebra el concurso internacional de perros pastores (gossos d’atura) más que famoso y hasta televisado en muchas ocasiones. El pueblo está aislado y posicionado en un entorno ideal rodeado de montañas, prácticamente inaccesible y evidentemente es sitio destacado de deportes de altura.

Las construcciones son muy típicas de montaña y dispone de alojamientos, restaurantes, fondas e innumerables charcuterías y panaderías. Comprar productos locales como embutidos típicos o cruasants gigantes de casi un kilo de peso es lo más habitual.

Así que pasear por la ajetreada población sin destino fijo es simplemente ideal. Incluso el mismo Pedraforca es posible ver en días soleados desde tal lugar.

Así que en este segundo día con los lugares visitados, quedan solamente cerca de 55 kilómetros en carretera que se hacen muy cómodos. Fin del camino por el Berguedá. Hasta la próxima.