Fecha cargada de puntos habituales en una ruta en dirección norte de Bulgaria desde el centro del país. El destino final es la ciudad de Ruse, donde el río Danubio hace acto de presencia y es el límite natural con el país vecino de Rumanía. Queda pendiente para el futuro. 

Primero hay que dejar tiempo suficiente para ver la fortaleza de Tsarevets. Más tarde la cercana población de Arbanasi, que ofrece ni más ni menos que la iglesia de la Natividad, con unos frescos interiores totalmente excepcionales. Además, desde una posición elevada sobre un pequeño puerto de montaña, tenemos también unas buenas vistas de Veliko Tarnovo. Muy cerca queda pendiente el monasterio de la Transfiguración, con partes nuevas, otras viejas, algunas en reformas y en particular de cierta decadencia pero con un toque espiritual importante.

Finalmente, después de un buen rato en vehículo, no hay que olvidar que la jornada finaliza tras más de 150 kilómetros con las correspondientes horas, tres visitas variopintas. Las iglesias pintadas de Ivanovo, patrimonio de la Humanidad. En segundo acto, el monasterio de San Dimitar Basarbovski. Y para terminar, agotados por el intenso día, una breve visita a la ciudad de Ruse.


VELIKO TARNOVO

En una colina, de forma estratégica y sobre el mismo río Yantra, destaca de manera formidable la fortaleza de Tsarevets. Varias son las estancias por conocer del basto complejo, algunas restauradas debido al peso de los años, que son duros hasta para las piedras.

Bajo la fortaleza y la misma puerta Asenova, sobresale el tranquilo barrio de Asenova, antiguamente lugar de residencia de artesanos y clérigos. Lucen la iglesia de Sveti Georgi y de Sveti Dimitur.

El recorrido interior debe seguir por el Patriarcado, la iglesia. Es el punto más alto de toda la ciudadela con frescos vanguardistas en el interior.

El palacio Real, en gran parte en ruinas, era un complejo cerrado y también forma parte de las partes más importantes del interior.

La zona  más hacia al sur, estaba protegida por la torre del Balduino, un acceso primordial para personajes en general que residían en el exterior como mercaderes o comerciantes. Sobre los precipicios del río Yantra, más en la parte norte, predomina la roca de las ejecuciones, que como la palabra indica, era el punto exacto para tirar al vacío básicamente a todo de tipo de delincuentes o a cualquiera considerado como traidor.

Durante el verano, hay espectáculos de luz y sonido en la fortaleza, algo que sinceramente tampoco entiendo muy bien. Supongo que para entretener a la gente.

ARBANASI

En pocos kilómetros hacia la montaña, punto elevado y dominante, encontramos una pequeña población con la iglesia de la Natividad. Así de buenas a primeras el exterior es muy simple, parece más bien una casa grande de piedra rodeada de bajos muros y con un jardín sin más pretensiones. Ahora bien, el interior está constituido prácticamente en la totalidad, por murales de santos y escenas de la biblia formando imágenes sencillamente preciosas.

MONASTERIO DE LA TRANSFIGURACIÓN

Seguidamente y bastante próximo, encontramos el monasterio de la Transfiguración, con el nombre local de Preobrazhenski. Resulta como mínimo peculiar. También como casi cualquier elemento del país, sufrió ataques y restauraciones. Tiene una bonita y pacífica ubicación en una montaña y curiosamente coincidimos en la visita con otro vehículo con matrícula de Rumanía. Somos los únicos y pocos turistas creo que en muchos kilómetros alrededor.


Todo el conjunto en común, la misma iglesia, las estancias, la entrada y el cementerio tienen un aspecto de deterioro que es llamativo. Hay partes que están hasta abandonadas a su suerte y otras en fase de reformas. Así sin más, aparece un hombre extraño, supongo que miembro de la iglesia o guardián vestido de negro, para abrir la entrada a la iglesia, en obras en el interior, y así ganar alguna que otra moneda. No cruzamos ni una palabra de buenos días.

El sitio no es algo maravilloso ni fuera de lo común, pero es algo misterioso. El cementerio es algo que hace hasta temblar. El día con niebla y frío, ayudaba a abrir la imaginación.

RUSENSKI LOM

IVANOVO

Poco a poco vamos devorando kilómetros siempre con la brújula dirección norte. El destino es un espacio natural que contiene una amplia fauna y vegetación por donde el río Rusenski Lom discurre camino. Un valle siglos pasados de difícil penetración. De buenas a primeras en un camino tipo sendero encontramos una serpiente de varios metros de longitud que ni se inmuta. Los bosques espesos y frondosos con los colores de otoño son una pasada.

El valle es famoso por un lugar principalmente, a fin de cuentas patrimonio de la Humanidad. Los monasterios en la roca de Ivanovo conservan en la cueva de Tsurkvata, frescos con escenas del nuevo testamento. Hay hasta un balcón a modo de mirador y las pinturas interiores son una maravilla. El acceso no es muy complicado, ahora bien, hay que subir algunas escaleras y pagar una pequeña cantidad de dinero por entrar. Un camino contrario a la entrada a la cueva finaliza en un mirador sin valoración.

El hombre encargado del lugar habla escaso español, ofrece información en un papel en castellano y parece mentira la paciencia para estar allí metido todo el día esperando a cualquier turista despistado.

DIMITUR BASARBOVSKI

Otro punto del valle, ya en las inmediaciones de Ruse, es el monasterio activo en la roca de Dimitur Basarbovski. Bien en general debido a que está en la ruta del día sin desvíos, pero tampoco es algo descomunal, y más después de ver el monasterio de Ostrog en Montenegro. 

RUSE

Ruse es una ciudad bajo un punto de vista imparcial, indiferente y renunciable por completo. Había leído que era hasta la “Viena de Bulgaria” en diferentes páginas de viajeros. Vamos a ver, en la calle principal y peatonal Aleksandrovska están los edificios más significativos, y denotan cierto aspecto señorial y elegante. Pero es que la misma calle paralela es la más humilde de la ciudad con fachadas que rozan el deterioro absoluto.

Nosotros la tomamos como un punto de descanso técnico, es mejor parar en una gran ciudad que en cualquier pueblo remoto, eso es una evidencia. La oferta es más amplia. La frontera con Rumanía y el río Danubio están a tocar de la mano, algo es algo.

Para dormir elegimos el Adeo hotel, céntrico y con instalaciones correctas. Viajar en esta temporada permite llegar a cualquier destino y elegir sin reserva ni previo aviso. Al entrar quieren cobrar más que en por ejemplo la página de reservas de “Booking”. Me dicen que son los precios de recepción, le contesto que si quiere salgo a la calle y hago la reserva por Internet. Nos ha pasado varias veces, pero al final entran en razón porque necesitan clientes ahora mismo.

La cena, finalmente para gozar, es un restaurante en la misma avenida paralela al Danubio, los precios son algo más caros que en la media común del país, pero es altamente recomendado. Terassa Seafood & BBQ. De lo mejor de viaje.