BLAIR CASTLE – AVIEMORE – INVERNESS – LAGO NESS #186km#

La mañana comienza con lluvia y bastante frío. En la ruta por Escocia, todos los días ha llovido, ha salido el sol, ha aparecido viento, por momentos hasta la niebla ha hecho acto de presencia. En un día las cuatro estaciones del año constan, por lo menos en el itinerario que hemos seguido. Así que siempre estábamos tranquilos por la climatología, antes o después cambiaría, para bien o para mal.

El primer punto del día es el mirador del Queen’s View, aparcamos en el centro de visitantes, siempre de pago, y tras un breve recorrido, alcanzamos el soberbio mirador sobre el lago Tummel.

La reina Victoria visitó el mirador en el año 1866, quizás de ahí el nombre. Aunque hay otras teorías, que afirman que el nombre proviene de la reina Isabel, esposa de Robert the Bruce del siglo XIV. De todas maneras el punto es muy destacado, incluso con vistas en días despejados de las montañas del Glencoe.

Hay que retroceder un poco, para seguir el camino hasta el siguiente destino, el castillo de Blair. Aquí es donde decidimos acceder tan sólo a los jardines, que es un desembolso importante. En efecto, creo que los precios son poco populares, muy desorbitados. Por lo menos en el precio está incluido el aparcamiento.

Por lo menos el niño puede ir tranquilamente con la bicicleta por los diferentes espacios, que no es un recinto pequeño. Hay una zona con ciervos y un bosque con algunos de los árboles más altos de Gran Bretaña y hasta un ninguneado cementerio. Todo está muy bien cuidado.

El Blair Castle es la sede del duque de Atholl, curiosamente, el único en toda Gran Bretaña con derecho a mantener un ejercito privado. El castillo es señorial y de color blanco, una verdadera delicia para la vista. Aquí tenemos la primera experiencia con un gaitero, la verdad es que hay que disfrutar del momento.

Después de un rato muy agradable, empieza el camino para indagar el macizo montañoso más elevado de las isla Británicas, estamos delante de The Cairngorms, otro parque nacional de Escocia. Para recorrer todo el parque es necesario una vida entera, así que hay que seleccionar la visita. Estamos frente a cumbres, lagos y bosques en un hábitat excepcional. Una región incluso para realizar actividades de nieve en invierno, en pleno corazón.

Aviemore es la ciudad principal y tipo dormitorio. Es el campo base tanto para frecuentar la zona en verano como sobretodo en invierno. Así que en nuestro caso, apostamos por el acercamiento al loch an Eilein. Todo un acierto, muy protegido por las autoridades, de nuevo con acceso de pago, hay barreras y señor para controlar la entrada. Por desgracia la carretera asfaltada de paso es muy estrecha y hay restricciones para grandes vehículos tipo camper.

Una vuelta al lago a pie comprende unos cinco kilómetros. Hay un sendero precioso que bordea el lago y paramos al respectivo picnic en frente mismo de un castillo en ruinas cubierto de hiedra. Que gran plan y que tranquilidad. En la entrada del lago hay posibilidad para alquilar algún kayac y una especie de tienda para comprar recuerdos y donde adquirir alguna que otra provisión. Lavabos gratuitos también incluidos.

Toda la región tiene muchas más opciones para las familias, como por ejemplo diferentes alternativas de trenes , ríos, lagos y visitas a alguna que otra destilería de whisky, algo más que típico del país. Incluso hay un parque de animales salvajes por conocer. Mucha oferta que por desgracia es imposible abarcar.

Ya hace bastantes kilómetros que el paisaje ha sufrido un cambio, incluso hemos visto un letrero gigante conforme estamos en territorio de las tierras altas, las Highlands. Es a partir de este mismo instante, que el viaje cobra otra dimensión. Escocia en plena efervescencia.

 

Llegamos a la capital de las Highlands, Inverness. El río Ness discurre y fluye por la bulliciosa ciudad, donde el castillo de arenisca roja junto con las casas antiguas del margen del río es lo más bonito. El campo de batalla de Culloden, última guerra en territorio británico producida en el año 1745, resta a muy poca distancia de la gran ciudad.

Para pernoctar, buscando en la aplicación «park4night», decidimos optar por un lugar mágico a orillas mismas del lago Ness, palabras mayores. Gran lago de agua dulce de las tierras altas y mundialmente conocido por la leyenda del monstruo del lago Ness, la gran «Nessie». En todo caso el monstruo es del tipo plesiosaurus y al tener un niño,  pues estar en tal lugar es una maravilla para la imaginación. El pequeño afirma haber visto a Nessie, incluso en la orilla del río donde dormimos, había una pequeña piscina cerrada con piedras y era el lugar para que el monstruo descansara.

Es el segundo lago más grande en extensión de Escocia aunque el mayor en volumen debido a la gran profundidad, únicamente superado por el lago Lomond. Aquí el lugar de pernocta: LAGO NESS. Perfecto, con espacio para seis o siete vehículos a pie de carretera. Mesas de picnic, césped y acceso directo a una pequeña playa con rocas delante del lago Ness. En frente, vistas del castillo de Urquhart. Impresionante sitios y gratis. Hay un señor autorizado, que por la tarde entrega un folleto informativo sobre conducta, información y sugerencias para apoyar la buena convivencia de las furgonetas camper en las Highlands y ayudas a los locales. Excelente y muy cerca de Whitefield.

Empezamos a recorrer el lago Ness por una carretera del margen occidental, con el primer ensayo en los denominados «passing place». El camino es muy apretado y cada ciertos metros hay tanto al margen derecho como al izquierdo, un pequeño espacio para apartarse y dejar vía libre al vehículo contrario. Es la vía B852, General Wade’s Military Road.