Inicio del pesado y desorganizado día, hay traslado en avión por la tarde hasta la capital y tales jornadas son siempre un poco agobiantes. Despedida definitiva del crucero, la noche anterior hay que liquidar en efectivo las bebidas. Indico desorganización porque hay trayectos inútiles en vehículo que podrían ser afrontados de otra manera, la presa de Aswan está en dirección al aeropuerto, por ejemplo, y es la visita inicial del día, con el respectivo retroceso a la ciudad para cuestiones discutibles y volver de nuevo al mediodía dirección aeropuerto realizando kilómetros extra.

El crucero en breve inicia de nuevo otra etapa con nuevos viajeros en sentido norte y a favor de la corriente del río Nilo. En este caso el crucero tiene una duración de tres noches hasta llegar a Luxor, que es el final del itinerario. Parece mejor empezar en Luxor para así ganar una noche de estancia a bordo. Los días de inicio de crucero son los lunes y los viernes.

Una vez en el autocar, el peor del viaje por el escaso aire acondicionado, un infierno por momentos, rumbo hasta la nueva presa de Asuán, construida en los años 60 por el presidente Nasser para controlar las crecidas del río Nilo y evitar así las comunes inundaciones. Incluso abastecía la mitad de energía eléctrica que necesitaba el país, un proyecto exitoso que no siempre contenta por igual. Así que en términos generales, estamos ante una gran obra de ingeniería hidráulica puesta en marcha con la colaboración de la URSS, los soviéticos. Los únicos detractores del ingenioso plan fueron los habitantes de los pueblos nubios, que perdieron numerosas tierras y debieron trasladarse fuera del valle del Nilo en la mayoría de casos. En la actualidad, muchos siguen reclamando al gobierno derechos perpetrados que seguramente son adquiridos con el tiempo, no hay nada firmado.

TEMPLO DE PHILAE

Desde un embarcadero con el habitual ajetreo de vendedores y oportunistas, navegación en lanchas pequeñas para llegar a una pequeña y romántica ínsula para admirar un precioso templo en buen estado de conservación y en una ubicación perfecta. Hace honores a la diosa Isis, con referencias al amor y la feminidad, muy venerado por los antiguos egipcios en tiempos lejanos. Fue mandado construir por Ptolomeo II.

El templo de Philae cuenta con la parte principal dedicada a la diosa Isis, aunque también hay hueco y espacio suficiente para la diosa Hathor y detalles romanos de los mismos emperadores cuando dominaron el mapa mundial. Es un templo que también esta en una posición modificada pero con encanto debido a la construcción de la presa de Asuán. Hay señales en la masa de agua de la posicional original a escasos metros de la porción de tierra.

Como cualquier templo del país, tiene una leyenda, que mejor conocer de primera mano al conquistarla. El viaje en lancha es precioso y es una visita primordial, aunque al final la saturación de templos empieza a ser algo predecible y por tanto repetitivo. En esta ocasión la entrada es de 200 L.E. y en cuanto a la situación del templo en el río Nilo, es entre las dos presas que presenta la ciudad del sur de Egipto, en el conocido como Alto Egipto por la superior altura con respecto al nivel del mar.


Como todo viaje organizado, aparece un episodio normal como es la parte comercial para ganar un poco de tiempo hasta la hora del traslado al aeropuerto, para embarcar así en el vuelo doméstico hacia la capital. En nuestro viaje, hemos empezado por el crucero y finalizado por la capital, no sé con totalidad que es mejor ni más práctico. Aunque una vez analizado todo en conjunto, apostaría que es mejor acabar en El Cairo.

Visita a una tienda de perfumes y de especias, la seguridad es ejemplar con funcionarios armados en el exterior de los locales, el turismo genera mucha economía y la atención es muy elevada en cualquier rincón del país. En estas paradas técnicas hay que aprovechar para beber y comer, total es gratis y tampoco es obligatorio comprar, sin vergüenza ninguna. Nosotros decidimos comprar algo de te, hibisco molido y algunas especias para casa y familiares en una tienda que tiene fotografías de personajes famosos de la vida en España. Alguno incluso con restaurantes con estrellas y que semestralmente encarga una gran cantidad de especias para el negocio. Por lo menos la tienda tiene garantías.


El vuelo a El Cairo tiene un retraso de más de una hora, en el aeropuerto hay gente de todos los países y vuelos con mucha frecuencia. Es habitual encontrar a la misma gente del crucero y de distintas excursiones, todo el mundo tiene asignado más o menos el mismo programa de viaje y las caras son muy familiares durante todo el viaje.

Recogida en el aeropuerto internacional de El Cairo y empieza el festival por la capital. El ordenado caos es adictivo y divertido, la ciudad tiene la friolera de 25 millones de habitantes, una barbaridad. Hasta el hotel hay cerca de una hora, no hay mucha distancia pero el tráfico está en consonancia con el número de residentes. La contaminación acústica está al nivel de países como India, el claxon del coche es utilizado para todo y durante cualquier hora de un día normal, incluida la noche.

El hotel está instalado a orillas del río Nilo y en pleno centro principal, al lado del museo. Es el Ramsés Hilton con alojamiento y desayuno incluido. Un rascacielos gigante con todo tipo de servicios y gente por todos los rincones, utilizar el ascensor en hora punta es una pesadilla. Tres noches para disfrutar de los lugares más especiales de la ciudad más grande del continente de África.