Sí hay un día esperado en cualquier viaje a Egipto, es el momento de la reunión con las pirámides de Guiza y la  gigante esfinge. Quien no ha estudiado en la escuela estos monumentos, es hora de estrechar lazos, del saludo más cordial. La primera imagen de la gran pirámide de Keops, quedará en la retina para siempre.

Además, completar la matinal con la visita a la necrópolis de Saqqara, observando el complejo funerario de Zoser y la pirámide escalonada como puntos álgidos, son palabras mayores y por tanto un día irrepetible.

Con un guía de una categoría altísima, junto con una pareja de chilenos más una pareja de catalanes de edad ya avanzada, emprendemos camino de dos puntos prioritarios del país. Saqqara es una excursión opcional y contratada en la agencia de viajes, incluye también un almuerzo con vistas a las pirámides de Guiza, el precio por persona ronda los 50 €. No obviaría este basto complejo de nueve kilómetros cuadrados en total por nada del mundo.

SAQQARA

Saqqara fue la necrópolis más importante de la llamada Menfis, la primera capital del país. Estamos en el sur de El Cairo y ante un museo al aire libre donde el conjunto funerario de Zoser y la pirámide escalonada, es el espacio más vital y está catalogada como la primera pirámide del mundo.

Todo el complejo cuenta con otras pequeñas pirámides muy deterioradas y las apodadas como mastabas, tumbas de nobles y gobernantes diseminadas por todo el entorno con escenas en el interior de la vida cotidiana en el antiguo Egipto.

El personaje Imhotep, primer arquitecto conocido del mundo, es el autor de la pirámide escalonada dedicada al faraón Zoser, de la tercera dinastía. 140 metros de longitud, 118 metros de ancho y 60 metros de alto, conviene entretenerse con una vuelta completa alrededor sin perder detalle. Una entrada a Saqqara cuesta 200 L.E., aunque con la excursión está incluida.

Pero no todo es la pirámide escalonada, que cobra la mayor atención, tenemos también la ocasión de entrar en la estupenda tumba de Seshseshet Idut, una princesa de la 6ª dinastía con unas escenas y colores llamativos en las paredes.

Otro sitio impactante con una entrada a las mismas entrañas de la tierra es el complejo funerario del rey Unas, con alabastro en el interior y de muy buena conservación, a pesar de que la pirámide está muy derribada, prácticamente sin forma.

La ubicación de Saqqara es relativamente calmada, fuera de las aglomeraciones de El Cairo y de Guiza, las dos forman el llamado Gran Cairo. Las familias suelen tener segundas residencias y la agricultura de nuevo es muy importante para el sustento de la gente. El río Nilo y canales creados paralelos, riegan las tierras y forman vida.

Aquí también es relevante la fabricación de alfombras, muchos niños trabajan sobretodo para crear los nudos, debido al tamaño de los dedos de las manos, mucho menor que un adulto. En Egipto aun no hay una legislación clara sobre la edad laboral de los más pequeños.

De nuevo en marcha, antes de alcanzar la meseta con las pirámides, en la avenida principal de acceso como siempre con máxima seguridad policial, parada para una explicación generosa acerca de la planta del papiro con posibilidad de realizar alguna compra. Los precios son prohibitivos, aunque es algo precioso por supuesto. La planta del papiro tiene el tallo en forma triangular, como una pirámide, y era muy importante para los egipcios por diferentes motivos, no sólo para la escritura. Descartamos la compra aunque estamos tentados de un símbolo que es una verdadera pasada, el sol alado con las dos cobras protectoras.

GUIZA

En la meseta de Guiza, y a tocar con edificios de la ciudad de Guiza, emerge la necrópolis con construcciones funerarias tratándose de los monumentos más sustanciales de Egipto y de los más antiguos del mundo. Quien piense que las pirámides están en pleno desierto está muy equivocado, las edificaciones han llegado casi hasta la base de los monumentos.

Sobresale el trío de pirámides, Keops, Kefrén y Micerinos, en un abrir y cerrar de ojos, una de las siete maravillas del mundo antiguo elevadas desde hace más de 4.500 años. Hay muchos misterios que rodean a las pirámides, como por ejemplo, la gran pregunta, ¿cómo fueron construidas? numerosas teorías para explicar una construcción perfecta y con bloques de piedra de más de 2,5 toneladas por unidad.

Dependiendo de la perspectiva, orientación o plano, es complicado saber cuál es la más alta, pero en realidad la mayor es la de Keops. Es un juego óptico muy curioso.

Desde el asfalto la primera visión es Keops, posteriormente es visible Kefrén tras subir un poco. Aquí existen opciones para recorrer el terreno en camello o calesa, es cuestión de negociar un precio. Siguiendo la carretera en busca de más altura, Micerinos hace acto de presencia. Para ver las tres pirámides juntas hay como una especie de mirador alejado aunque no es el mejor.

KEOPS

Es la más grande del trinomio, con 140 metros de altura. La gran pirámide ostenta un kilómetro de perímetro y es maravilla del mundo antiguo. La obra es encima la más veterana de la lista.

KEFRÉN

Es la segunda en tamaño del país con la cifra de 136 metros, y es la única que conserva aún en la parte superior una zona del antiguo revestimiento de caliza.

MICERINOS

Con 66 metros de altura, es la más humilde del conjunto. En realidad en comparación con las hermanas es diminuta.

ESFINGE DE GIZA

Todavía falta un monumento histórico estudiado en todos los libros de historia, la esfinge de Guiza, posicionada en el valle y delante de las pirámides, un símbolo sagrado mitad hombre y mitad bestia. Protegía y vigilaba la entrada al templo. Aquí la perspectiva alcanza el orgasmo, es una panorámica de las más bonitas de cualquier viaje.


Comemos de forma copiosa productos regionales en una terraza con vistas a la pirámide de Keops, lástima que la bebida no está incluida. Verduras, hortalizas, arroz y pescado todo cocinado de la manera local, la comida egipcia es un placer.

Durante la vuelta, el guía propone realizar una visita a una tienda de ropa de algodón, pero la consulta no acoge  el beneplácito de los participantes en la excursión y por tanto cada mochuelo a su olivo, que aunque parezca mentira, estamos todos muy fatigados aunque extasiados.

Finalmente y sobre las 15:30 horas, finaliza la completa mañana, tiempo para descansar que también es necesario y primordial, mucho más con tanto calor. Por la tarde, paseamos por los aledaños del hotel tranquilamente caminando por el museo egipcio, calle Talaat Harb, plaza Eltahrir y otras tantas sin ninguna ruta determinada, simplemente apreciando el momento por El Cairo. Siempre aparece algún interesado en ayudar, algunos con interés económico, otros no, con una sencilla negativa es suficiente para continuar.

Cruzar la carretera andando por ciertas calles principales es una experiencia no apta para indecisos. Ojo al dato. Al final como todo en la vida, es acostumbrarse.