BERLÍN

La gran ciudad de Berlín es la más poblada de Alemania y del centro de Europa, con una población que ronda los cuatro millones de habitantes. Probablemente no es comparable en belleza a otras vecinas y competencia turística directa como Viena, Praga, París o hasta Budapest, pero tiene un prestigio notable y una historia reciente muy importante. Es en realidad una ciudad global y considerada un centro cultural, artístico y de movimientos alternativos de primer orden.

Capital del Reino de Prusia, del Reich Alemán, de la República de Weimar y del turbulento Tercer Reich (1933-1945). Después de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad quedó dividida y fracturada como consecuencia de la construcción paulatina del muro de Berlín.

Alemania al completo quedó dividida en dos partes, y la capital, Berlín, enmarcada en el sector del este.

Dada la importancia de una ciudad como Berlín, esta misma de nuevo quedó fragmentada en dos partes. El lado del este aconteció como capital de la RDA (República Democrática Alemana), mientras que la parte del oeste resultaba el territorio de la República Federal de Alemania (RFA), que estaba en el interior de la Alemania Oriental.

La capital del sector oeste fue la ciudad de Bonn.

MURO DE BERLÍN

Al finalizar la guerra y tras caer derrotada Alemania, evitando así los planes de Germania y de la capital imperial del mundo nazi de Adolf Hitler, Berlín sucumbió con la llegada de los aliados y de los soviéticos. Quedaba por tanto devastada, ocupada y más tarde dividida.

Unas consecuencias nefastas que seccionaban la ciudad bajo el mando de cuatro países, la parte occidental o del oeste correspondía a Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Todo este territorio coordinado al unísono, es la parte capitalista. Por contra, la parte oriental o del este, quedaba bajo el mando de la Unión Soviética y por tanto del sector comunista.

El enfrentamiento quedaba patente entre ambos bloques en un conflicto de gran calado conocido como la Guerra Fría. Con esta nueva forma de agrupación territorial, con el sistema comunista en la parte del este, cada vez más la población abandonaba el territorio hacia el oeste para mejorar la forma de vida en un mundo capitalista. Esto provocó un éxodo masivo de ciudadanos que las autoridades del sector del este debían controlar y frenar.

Por tanto, en la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, la RDA levantó un muro que rodeaba Berlín oeste que alcanzaría la longitud de 156km, 44km en concreto de separación del oeste y este. El Berlín del oeste quedaba estructurado en una isla mientras que el este era configurado como un gran centro penitenciario, una cárcel para los ciudadanos.

Inicialmente estaba formado de alambrada de espino, con el paso de los años quedaba completamente instaurado con placas de hormigón de cerca de cuatro metros de altura y formando dos muros con un camino de ronda en el medio para tareas de vigilancia. También existían torres de vigilancia, búnkeres y sistemas de la época de detección de movimiento e iluminación. La parte superior del muro, para evitar agarres manuales o con utensilios, estaba finalizada en forma de redonda e impregnada con productos resbaladizos. Por la parte inferior, para ejercer más fuerza y protección a la estructura del muro contra golpes, estaba acabada en forma de letra ele alcanzando la misma acera.

En un abrir y cerrar de ojos, la ciudad quedaba fraccionada totalmente en dos separando familias y amigos en un verdadero y desgarrador drama. La construcción del muro de Berlín es una imagen clásica del enfrentamiento en la Guerra Fría y que duraría hasta el 9 de noviembre de 1989, momento de la caída.

El telón de acero o cortina de hierro, un término histórico para referir la frontera ya no sólo física sino ideológica y política en un conflicto entre dos enemigos íntimos después de la Segunda Guerra Mundial.

Ambos sistemas de economía, el capitalismo y el comunismo, enfrentados con afectación directa a las personas en un problema de gran calado.


PALACIO DE LAS LÁGRIMAS

Día intenso y agotador, además hay que realizar múltiples conexiones con el transporte público para alcanzar los destinos marcados como prioritarios en la jornada. Metro desde Güntzelstr. hasta Zoologischer Garten y posteriormente S-bahn hasta la estación de Friedrichstr. Berlín es enorme.

Al salir de la estación topamos de pleno con un lugar histórico de la división de Alemania, el palacio de las Lágrimas o en idioma local Tränenpalast. Paso fronterizo y terminal para acceder a la estación de Friedrichstrasse, marcado como punto de salida de la RDA hasta el Berlín occidental. Con el proceso fugaz de reunificación, el 2 de julio de 1990, aconteció al primer viaje directo en tren del este al oeste pasando de largo la  vieja estación.

La visita al palacio es gratuita, contiene ejemplos biográficos y múltiples objetos que muestran los duros efectos  de la fragmentación de Alemania. Muy pedagógico y para visitar con detenimiento para sentir por unos instantes el suplicio que soportaban tantas y tantas personas.

BERNAUER STRASSE

En tranvía, siguiendo instrucciones del teléfono, llegamos a la relevante calle de Bernauer Strasse. Esta calle muestra las terribles consecuencias del levantamiento del muro de Berlín en el trazado de la frontera en esta concreta ubicación. Con el corte, los edificios del sur estarían administrados por la parte comunista y los edificios del norte, en frente, gestionados por el sector francés de la parte capitalista.

Inicialmente los mismos edificios formaban la frontera, hasta ser tapiadas en una primera fase las ventanas inferiores y más tarde las superiores para evitar fugas hacia el sector capitalista. Todos estos edificios con el paso de los años serían desalojados y derrumbados. Para hacer más gráfica esta explicación, una persona en un edificio estaba en el sector del este pero si sacaba la mano por la ventana estaba en el sector del oeste. De ahí tantas tentativas de saltos desde pisos superiores para intentar buscar una nueva y supuesta mejor vida.

En Bernauer Strasse, entre las perpendiculares calles de Bergstrasse y Ackerstrasse, existe el único lugar de Berlín donde aparece una sección integra de las instalaciones fronterizas junto con diferentes restos y explicaciones sobre el desgarrador escenario o la misma «ventana del recuerdo», con fotografías de personas fallecidas.

Todo esto es el llamado «Mauergedenkstätte», memorial y centro de documentación del muro de Berlín (Berliner Mauer).

El centro de visitantes dispone de excelente documentación para revivir todo el proceso del acontecimiento del muro de Berlín, que supondría casi 30 años de división. En la parte superior del edificio, hay una plataforma que permite disponer de unas vistas excelentes y orientación perfecta para comprender la arquitectura de la época. El lugar más especial es la llamada «franja de la muerte», que muestra fidedignamente los muros fronterizos tanto exteriores como interiores y el espacio delimitado con torres de vigilancia, sistemas de iluminación y detectores de movimiento con numerosas medidas de seguridad más.

Hay múltiples historias de huidas del sector oeste hacia el este, algunas con final feliz y otras tristemente acabadas en fallecimientos o asesinatos. Fueron construidos varios túneles por donde escaparon un gran numero de personas. Otro elemento a tener en cuenta es el derrumbamiento de la iglesia de la Reconciliación, quedando en la misma frontera y por tanto destruida por los comunistas. Hoy en día en el mismo lugar, sobre los antiguos cimientos, encontramos la capilla de la Reconciliación. Toda la Bernauer Strasse, con cerca de un kilómetro y medio, es un museo al aire libre donde entender y comprender con valiosa información todo el conflicto. Un agradable y especial paseo es prioritario.

NORDBANHOF

Otras serias consecuencias del levantamiento del muro de Berlín transcurría en el mundo subterráneo, en las redes del transporte público. Diversas estaciones de algunas líneas que realizaban el trayecto tanto por el oeste como el este, resultaron censuradas en el sector del este. Son las llamadas «estaciones fantasma».

En Bernauer Strasse con Gartenstrasse, está ubicada la estación del S-Bahn Berlín Nordbahnhof, una de las que sufrieron estos particulares efectos, totalmente en funcionamiento y con una documentación explicativa en el interior.

La policía de Berlín oriental vigilaba el subsuelo en las estaciones, impidiendo bajar a ciudadanos de los trenes y colocando alambradas. También estaban muy oscuras para evitar posibles penetraciones y fugas. En el exterior las entradas estaban tapiadas con total prohibición de acceso. Los ciudadanos de Berlín oeste desde el interior de los vagones, podían observar estas estaciones desde el interior totalmente desangeladas.

FRIEDRICHSHAIN

En Bernauer Strasse cogemos el metro en la línea U8 hasta la gran Alexanderplatz donde cambiamos a la línea 5 para bajar en la parada de Samariterstr.

Friedrichshain es un barrio con personalidad y ambiente joven, relativamente cerca del centro con una buena oferta de bares y restaurantes, muy famoso por la atmósfera de corrientes alternativas y donde artistas de diferentes disciplinas tienen mucho acto de presencia. Es conocido como el barrio «punk», nada más salir de la puerta del vagón del metro observamos a un individuo vestido con tales galas oficiales y con un perro. Aquí paseamos callejeando sin más, centrando el recorrido por la calle Kreutzigerstrasse.

La vida nocturna de Berlín tiene el centro neurálgico en este barrio con clubes instalados en fábricas abandonadas y donde la música por antonomasia de la ciudad, el «tecno», es oficial. El club tecno Berghain, de sonada reputación, marca tendencia.

Seguimos caminando por la avenida Karl-Marx Alle y la avenida Frankfurter Alle, con vistas perfectas de la torre de la Televisión, siempre guía a modo de ubicación general. Entramos en un tranvía para bajar en las inmediaciones de Warschauer Strasse. Estamos muy cerca del río Spree con dos puntos ineludibles por ver.

Primero visitamos integramente la East Side Gallery, aquí el muro de Berlín extendía la barrera paralela al río Spree por la calle Mühlenstrasse. Toda esta pared desde el puente de Oberbaumbrücke hasta la estación de Ostbahnhof, en más de un kilómetro, tiene pintadas a modo de grafitis con alusiones a la división y unidad posterior del muro de Berlín con continua restauración y de un gran valor social.

El puente de Oberbaumbrücke es el más largo y atractivo de la ciudad con dos niveles y por donde transita el metro. Con dos torres y construido en ladrillos de color rojo, otorga una bonita estampa sobre el río Spree.

Las dos pinturas más típicas por admirar en el muro son las del beso de Brézhnev y Honecker en la boca. Dos lideres comunistas, con un texto que indica tanto en  alemán como en ruso: «Dios mío, ayúdame a sobrevivir este amor mortal».

La otra particular imagen es la del coche Trabant, que rompe el muro de Berlín en plan demolición.

KREUZBERG

Si durante el primer día afrontábamos la parte más occidental del barrio de Kreuzberg, a lo largo de la avenida Mehringdamm, ahora percutíamos en la parte más del norte, alrededores de la Oranienstrasse.

Todo este barrio tenía una fuerte presencia del muro de Berlín, que serpenteaba por diferentes calles durante cerca de 10 kilómetros. En momentos posteriores a la caída del muro tenía un aspecto muy deteriorado y en la actualizad goza de buena salud en probablemente el barrio más de moda de Berlín. Aquí la comunidad turca tiene una gran presencia en un espacio siempre muy reivindicativo y de tensiones con las autoridades.

Por toda la Oranienstrasse hay locales turcos a modo de bares y restaurantes donde degustar productos tradicionales. Además, en cada esquina, existen los llamados «Spatis», punto de encuentro de turistas y locales donde probar una buena cerveza a buen precio y beberla por la calle. Es el típico «Badulake» en España pero a la turca con lavabos y alguna que otra mesa y sillas donde sentarse.

Caminamos en cierta medida sin sentido hasta alcanzar de nuevo las influencias del puente de Oberbaumbrücke, donde justo al lado de la estación de metro de Schlesisches Tor, probamos una buena hamburguesa en uno de los sitios más distinguidos callejeros donde probar esta comida rápida, Burguermeister. Son los antiguos lavabos de la estación que reconvertidos en puesto de comida callejera. Original idea y muy buena calidad con un precio decente.

Desde aquí para recalar en el hotel en una jornada apasionante, ya en vísperas de volver al día siguiente a nuestra casa, metro en la línea 3 desde Schlesisches Tor hasta Spichernstr. y caminando brevemente hasta el punto de pernocta habitual. ¿Una genial experiencia por verdad, cierto?

Dos últimas recomendaciones en cuanto a murales, por el barrio de Kreuzberg , vemos dos grafitis gigantes que suelen llamar la atención al ser bastante famosos. Al lado del puente de Oberbaumbrücke, en una pared en la zona de May-Ayim-Ufer, aparece el mural de Backjump de Blu, un artista italiano.

La quizás más especial, es la pintura emblemática del francés Victor Ash, el astronauta-cosmonauta. En una clara alusión al pulso mantenido en tecnología espacial de nuevo entre americanos y soviéticos. Astronauta es una palabra de Estados Unidos, la Unión Soviética describe a esta profesión como cosmonauta. Brutal imagen del personaje flotando en Oranienstrasse con Mariannenstrasse.