OPORTO

El alojamiento para dos noches en la bonita ciudad del norte de Portugal estaría perfectamente ubicado en la calle Miguel Bombarda. Una travesía importante que contiene numerosas galerías de arte contemporáneo y bien situada junto a muchos de los lugares más representativos de Oporto.

Es de alguna manera el centro principal, el conocido localmente como Baixa. El apodo de invicta es debido a que la ciudad siempre ha resistido a cualquier intento de conquista, es infranqueable.

CLÉRIGOS

Todo esta barriada es muy animada debido al edificio de la universidad y a la congregación obviamente de juventud. De alguna manera recibe el nombre de la iglesia y torre de los Clérigos, el símbolo de Oporto y omnipresente desde cualquier punto de la ciudad. Obra de Nicolau Nasoni, desde 1763, preside el centro y tiene 75 metros de altura donde obtener una panorámica inolvidable de 360 º.

La universidad de la segunda ciudad portuguesa está instalada en la plaza Gomes Teixeira, aunque es más famosa por «plaza de los leones». Una fuente con estatuas de este animal domina la plaza y a la postre es el lugar de bautizo e inocentadas para los novatos de la universidad.


Información! A partir del segundo año de universidad, los estudiantes suelen ir vestidos de una manera tradicional de negro y con capa. De hecho es común vestir de esa manera hasta en las noches de discoteca.

Aquí mismo sobresale la iglesia do Carmo, unida a la iglesia dos Carmelitas y separadas por un pequeño patio por motivos más bien carnales. Pero imperiosamente la primera destaca por un magnífico lienzo de azulejos en color azul y blanco que son una delicia para la vista.

Con el ir y venir del tranvía de la ciudad, esta parte es sencillamente muy agradable.

El otro punto imprescindible en las inmediaciones y en la misma rua das Carmelitas, 144 es la notable librería Lello.

La librería por excelencia, seguramente de las más bonitas de Europa donde los libros son los verdaderos protagonistas. Es conocida de alguna manera por inspirar la escuela en la saga de «Harry Potter» y todo el mundo desea visitarla. La entrada cuesta cinco euros y hay que comprarla antes de entrar en un edifico anexo. Al comprar un libro descuentan el valor de la entrada y cuidado con las colas. Normalmente al mediodía suele haber menos afluencia de personas.

Hay que resaltar también los siguientes lugares de esta parte de la ciudad:

Plaza de Carlos Alberto: Una encantadora plaza al lado de la iglesia do Carmo donde los sábados es instalado un mercado tradicional.

Jardim das Oliveiras e Passeio dos Clerigos: Una galería comercial y un jardín con olivos en la parte superior a modo de mirador a la torre de los Clérigos. Está entre la librería Lello y la mencionada torre.

Rua da Galeria de Paris: La calle perpendicular a la librería Lello es el sitio de moda para la noche. Discotecas y bares en una calle con fachadas modernistas.

Jardim de Joao Chagas: Delante del bonito hospital de Santo Antonio y del palacio de Justicia, encontramos uno de los pulmones de la ciudad. Este jardín tiene unas curiosas figuras de personajes riendo, así que hay que buscarlos.


Alerta! ¡UNA PARADA! La lechería da Quinta do Paço o el café Piolho son dos lugares para tomar una pausa. El primero más artesanal y familiar. El segundo más animado y juvenil. Plaza Guilherme Gomes y plaza de Parada Leitao.

MIRAGAIA

Descendiendo hacia el río Duero, el Douro, atravesamos el barrio judío. Son básicamente las calles de Sao Bento da Vitoria y Sao Miguel las que componen este espacio que tampoco tiene demasiado interés turístico.

Si algo tiene Oporto son excelentes miradores de cara al río Duero aprovechando las pequeñas colinas que atesora.

En efecto, toda la ciudad es un continuo bajar y subir de calles o escaleras. Así que no queda más remedio que hacer un esfuerzo en muchas ocasiones. Un mirador destacado está en el passeio das Virtudes, que en la actualidad dispone de otro interesante parque para pasear con vistas a los tejados del barrio de Miragaia.


Para una pausa gastronómica en una taberna local y de las mejores de Oporto está la Taberna Santo Antonio, en rua das Virtudes, 32. Ahora bien, casi siempre está lleno de locales y turistas mezclados. No queda más remedio que hacer cola.


Por calles estrechas prácticamente alcanzamos la avenida paralela al río pasando de largo por la iglesia de Sao Pedro de Miragaia. En toda está zona estaban los astilleros donde trabajaban la gran mayoría de los judíos. Es más que recomendable perderse por cualquier rincón de este barrio y apostar por comer en alguna taberna rodeado de locales probando algún típico producto local a precios irrisorios.

En el lado contrario del río están todas las bodegas de renombre y fama donde degustar el vino de Oporto o realizar una visita guiada. Es la ciudad conocida como Vila Nova de Gaia, con un agradable y espectacular paseo donde las imágenes de Oporto son deslumbrantes.

Poco a poco dejando el barrio atrás, empezamos de nuevo a ascender por las empinadas calles de la ciudad pasando por el palacio de la Bolsa, observando la estatua do Infante Dom Henrique y visitando el mercado de Ferreira Borges.

Es evidente que el ajetreo de turistas copa todas las calles y mucho más con días soleados de pura primavera.

PALACIO DE CRISTAL

Antes de anochecer y después de descansar un rato, optamos por dar una vuelta por los alrededores del palacio de Cristal. Este lugar es el centro de exposiciones y eventos deportivos. Está rodeado de unos llamativos jardines con fuentes, estatuas y una vegetación muy llamativa. Es hasta común encontrarse pavos reales, gallinas, gallos y gaviotas por todos los rincones.

Pero quizás y mejor de todo, es un exuberante mirador hacia el río Duero y el último puente antes de la desembocadura, el puente do Arrabida. Con los últimos rayos de sol del día sinceramente el entorno es estupendo y además no está muy concurrido de gente.

En la otra vertiente del parque, hay otras buenas vistas en este caso al río Duero y a una buena parte de Vila Nova de Gaia. ¿Qué más se puede pedir para acabar el día?.